A dos días después de las elecciones legislativas, el máximo tribunal rechazó más de veinte recursos presentados por la expresidenta, exfuncionarios y empresarios, y avaló la continuidad de una causa cuestionada por su base probatoria y por su uso político.

A menos de 48 horas de los comicios legislativos que modificaron el mapa político nacional, la Corte Suprema de Justicia rechazó una veintena de recursos interpuestos por Cristina Fernández de Kirchner, el exministro Julio De Vido y un grupo de empresarios involucrados en la llamada causa Cuadernos, habilitando así el inicio del juicio oral previsto para el 6 de noviembre. El fallo, firmado por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, refuerza la línea de actuación judicial conocida como lawfare, que desde hace años busca reinstalar la persecución penal contra dirigentes del kirchnerismo.
La resolución también benefició a la Procuración General de la Nación, al hacer lugar a su planteo y revocar el sobreseimiento de Carolina Pochetti, viuda del exsecretario presidencial Daniel Muñoz, en una causa paralela por lavado de dinero. Los jueces ordenaron que se dicte un nuevo fallo sobre su situación, luego de que la imputada declarara como arrepentida y mencionara presuntos pagos ilegales para cerrar el expediente.
La Causa Cuadernos se inició en 2018 a partir de las fotocopias de anotaciones del chofer Oscar Centeno, nunca corroboradas con los originales, y de las declaraciones de empresarios y exfuncionarios que obtuvieron beneficios procesales como “arrepentidos”. Pese a las críticas por la fragilidad probatoria y las irregularidades en la instrucción, la Corte decidió darle curso al juicio oral, que volverá a colocar a la expresidenta y a varios de sus colaboradores en el centro de un proceso judicial cuya legitimidad continúa en entredicho.


