Confirman que el disparo que hirió a Pablo Grillo en la cabeza fue directo y sin rebotes, lo que no se corresponde con ningún protocolo de uso de las granadas de gas.
Un informe pericial reconstruyó la trayectoria del cartucho de gas que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo durante la represión en el Congreso. El análisis, basado en imágenes y videos, concluyó que el disparo provino de un cordón policial y no siguió los protocolos de uso de gases lacrimógenos. Desde el Mapa de la Policía señalaron la responsabilidad de Patricia Bullrich y los jefes de las fuerzas de seguridad.
La reconstrucción del disparo que dejó en estado crítico a Pablo Grillo fue realizada por los peritos Willy Pregliasco y Martín Onetto, quienes establecieron que el proyectil fue lanzado a las 17:18:05 desde una formación policial ubicada junto a un hidrante de la Policía Federal. El estudio determinó que la trayectoria del cartucho de gas no presentó desviaciones ni rebotes en el suelo o en obstáculos intermedios, lo que contradice las normativas de seguridad para el uso de este tipo de armamento.
El informe, elaborado con registros audiovisuales de reporteros gráficos y manifestantes, fue difundido por el Mapa de la Policía, una plataforma dedicada a visibilizar casos de violencia institucional. La organización responsabilizó a Patricia Bullrich y a los jefes policiales por el ataque y pidió la colaboración de quienes tengan más material visual del momento del disparo.