EL BOLSÓN: EN MEDIO DE LOS INCENDIOS, EL EJÉRCITO PRIVADO DE LAGO ESCONDIDO ATACA A MANIFESTANTES

Una patota liderada por Víctor Hugo Araneda, vinculada al municipio y al Ejército privado de Lago Escondido, atacó a manifestantes en El Bolsón tras la detención de tres personas acusadas de iniciar los incendios forestales. El gobernador y el intendente local vincularon a los detenidos con el fuego sin presentar pruebas concretas.

Una patota liderada por Víctor Hugo Araneda, vinculada al municipio y al Ejército privado de Lago Escondido, atacó a manifestantes en El Bolsón tras la detención de tres personas acusadas de iniciar los incendios forestales. El gobernador y el intendente local vincularon a los detenidos con el fuego sin presentar pruebas concretas.

El conflicto en El Bolsón se intensificó después de la detención de tres personas por su posible vínculo con el origen de los incendios forestales, medida ordenada por el fiscal Francisco Arrien. El gobernador Alberto Weretilneck vinculó a los detenidos con el inicio del fuego, asegurando que fue intencional, aunque sin pruebas concretas.

A medida que avanzaba la tarde, una patota armada con palos, rebenques y facones atacó a un grupo de manifestantes que se había reunido frente a la Comisaría local en apoyo a los detenidos. La patota, liderada por Víctor Hugo Araneda, miembro de fuerzas de choque vinculadas tanto al municipio como al ejército privado de Lago Escondido, atacó a las personas sin que los responsables fueran detenidos. Araneda es un ex empleado del área de Obras Públicas del municipio, y este año intentó ingresar a la policía provincial sin éxito.

Los tres detenidos, Nicolás Heredia, Tomás Anarella y Fabián Pasos, fueron arrestados por su presunta implicación en los incendios. Heredia fue detenido en la zona afectada por el incendio con una botella que se sospecha contenía combustible, aunque no se presentó evidencia concluyente. Los otros dos arrestos no fueron explicados públicamente, pero el gobernador los vinculó directamente con el fuego.

Este conflicto se desarrolló en un contexto de tensión creciente, ya que tanto Weretilneck como el intendente local Bruno Pogliano lideraron un discurso agresivo, acusando sin pruebas a un «enemigo público». Mientras tanto, las redes sociales y los medios oficialistas amplifican este mensaje, pidiendo responsabilizar a los «terroristas incendiarios».

Comparti la nota

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram