Putin jura su cargo en una ceremonia en el Kremlin, reafirmando un liderazgo sin precedentes en medio de tensiones internacionales y desafíos económicos.
Vladimir Putin asume su quinto mandato como presidente de Rusia en una ceremonia majestuosa en el Kremlin, consolidando un poder sin precedentes en medio de una oposición debilitada. En su discurso de investidura, Putin promete enfrentar los desafíos actuales y fortalecer al país, mientras enfrenta tensiones con potencias occidentales y continúa su apoyo a Ucrania.
La ceremonia, celebrada en el Gran Palacio del Kremlin, incluyó una promesa solemne de Putin de defender la Constitución y un agradecimiento a los héroes que luchan en el frente en Ucrania. Putin también reitera su disposición al diálogo, pero afirma que no depende de él.
La investidura se produce en un contexto de escalada en el conflicto con Ucrania, con nuevas tensiones nucleares anunciadas por Rusia en respuesta a supuestas amenazas occidentales. Mientras tanto, el ejército ruso intensifica su ofensiva en el este de Ucrania, buscando la victoria en un conflicto que Putin compara con la Segunda Guerra Mundial.
La reelección de Putin en las elecciones presidenciales de marzo, criticada por algunos líderes occidentales como coercitiva, refleja una Rusia enfrentando desafíos internos y externos. Putin se compromete a abordar problemas económicos como la inflación y la dependencia de los hidrocarburos, mientras busca expandir los mercados hacia Asia.
A pesar de enfrentar críticas y desafíos, Putin continúa consolidando su liderazgo en Rusia, manteniendo un curso político y económico que busca garantizar la estabilidad y la influencia en la escena internacional.