El principal acusado del intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, confesó en la primera audiencia del juicio que planeó el ataque junto con su novia Brenda Uliarte una semana antes. Sabag Montiel, de 37 años, detalló cómo y por qué intentó perpetrar el crimen, destacando la premeditación.
Fernando Sabag Montiel, principal acusado del intento de asesinato contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, realizó una declaración detallada y contundente en la primera audiencia del juicio. Sabag Montiel, de 37 años y nacionalidad brasileña, se mostró decidido a contestar preguntas y describió con frialdad su plan para asesinar a la exmandataria, dejando en claro la premeditación del crimen.
Sabag Montiel se presentó ante el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) con un aspecto desaliñado, con el pelo crecido y la barba larga. En su declaración, utilizó el término “atentado” para referirse a su intento de asesinato y describió su actividad como vendedor de copos de azúcar junto a su novia, Brenda Uliarte, como una fachada para estudiar cómo llevar a cabo el crimen. Afirmó que la decisión de matar a Fernández de Kirchner fue tomada junto con Uliarte una semana antes del hecho, subrayando así la planificación del ataque.
Detalles del Atentado
El acusado relató que la noche del 1 de septiembre de 2022, durante una multitudinaria movilización en apoyo a Fernández de Kirchner en Recoleta, se acercó a la exmandataria con una pistola Bersa calibre 32 y gatilló, aunque la bala no ingresó a la recámara del arma y el disparo no salió. Sabag Montiel admitió que no tuvo un plan de escape y que intentó hacerse pasar por un militante kirchnerista para evitar ser capturado.
“Yo la quería matar y ella quería que se muera”, resumió Sabag Montiel, quien también afirmó que su motivación era personal y veía su intento de asesinato como “un acto de justicia”. Negó ser un sicario o psicópata y aseguró que no tenía conexión con la organización violenta de ultraderecha Revolución Federal, aunque admitió haber asistido a una marcha de antorchas organizada por dicho grupo junto a Uliarte.
Relación con Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo
Sabag Montiel describió su relación con Uliarte, a quien conoció siete años atrás, y mencionó que comenzaron a vivir juntos un mes antes del atentado. Afirmó que Uliarte compartía sus ideas pero no comprendía completamente las consecuencias de sus actos. También implicó a Gabriel Carrizo, dueño del negocio de copos de azúcar, aunque dijo que no tuvieron conversaciones específicas sobre el plan criminal. Según Sabag Montiel, él llevó el arma en su campera el día del atentado, mientras que Uliarte cargaba una bolsa con materiales para vender copos de azúcar.
Motivaciones y Contexto Político
El acusado sostuvo que su intento de asesinato tenía una motivación personal, derivada de su descontento con la gestión de Fernández de Kirchner, a quien calificó de “corrupta” y responsable de la inflación y su situación económica precaria. Afirmó que su acto no tenía fines económicos y que buscaba un “bien social”.
Durante su declaración, Sabag Montiel también hizo referencia a los símbolos nazis entre sus tatuajes, explicando que había abandonado otras “prácticas paganas” y se había volcado al cristianismo.
Reacciones y Perspectivas Legales
La fiscal Gabriela Baigún anticipó que buscará agravar la acusación para incluir violencia política fundada en razones de género, argumentando que el intento de asesinato de Fernández de Kirchner buscaba impedirle seguir ejerciendo su cargo en la vida pública. Los tres acusados enfrentan cargos por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego, con penas potenciales de 13 a 20 años para Sabag Montiel y Uliarte, y de 6 a más de 14 años para Carrizo.
El juicio continuará en las próximas semanas, con la expectativa de que Uliarte y Carrizo también presten declaración. La audiencia inaugural, que comenzó cerca de las 10 y finalizó a las 17:30, dejó en claro la alta tensión y las complejidades del caso, que ha capturado la atención de la opinión pública y la comunidad política argentina.
El juicio por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner promete ser uno de los eventos judiciales más significativos del año, con implicaciones profundas para la política y la justicia en Argentina. Las declaraciones de Sabag Montiel han arrojado luz sobre la premeditación y las motivaciones detrás del ataque, mientras que el tribunal deberá considerar las pruebas y testimonios para determinar las responsabilidades y penas correspondientes.
