Las empresas proyectan subas salariales en línea con la inflación. Pero el escenario frente a la suba de precios está en tensión. ¿Qué pasará con tu bolsillo?
Por Matías Ortega
En el marco del plan para llevar la inflación a la meta de 60% anual, el Gobierno pactó con los gremios cerrar paritarias con subas salariales en esa línea. Pero por fuera de esos acuerdos, las empresas tienen sus planes para los empleados fuera de convenio.
Según el Balance 2022 y expectativas 2023 de Bumeran, los ajustes salariales estarían mayormente en el orden del 36%, lo que está muy por debajo de la inflación proyectada. Mientras que el 29% dice que igualará al IPC. En tanto, otra encuesta es más alentadora para el bolsillo de los trabajadores.
El relevamiento realizado por la consultora Hucap, afirma que el porcentaje promedio de incremento salarial para el Personal Fuera de Convenio previsto por las empresas para el 2023 es del 80,2%. Muchas de las empresas participantes señalaron que el porcentaje definido puede variar acorde al avance de la inflación.
En lo que respecta a la cantidad de pautas en las que se otorgarán los incrementos, un 8% de las empresas lo hará en 6 pautas o más; un 17% en 5 pautas; el 54% en 4 pautas; un 13% lo hará en 3 pautas; un 7% en dos y un 1% en 1 pauta. Es decir, 7 de cada 10 empresas brindarán entre 4 y 5 pautas; se sigue acentuando la tendencia por parte de las organizaciones a brindar los incrementos en mayor cantidad de tramos.
A su vez, Hucap consultó a las empresas participantes qué acciones están realizando para tratar de minimizar el impacto inflacionario en los salarios. Las acciones principales que están realizando son: incrementar la cantidad de pautas en las que se aplican los incrementos; mejorar el paquete de beneficios y las prácticas de Work Life Balance selectivamente; incrementar las remuneraciones variables por desempeño y/o objetivos, entre otras.
“A medida que la inflación se acerca a los tres dígitos, tal como sucedió en 2022, y la falta de previsibilidad en los presupuestos se acentúa, las empresas comienzan a incrementar la cantidad de pautas para poder “dar batalla” a la inflación y preservar el poder adquisitivo de sus colaboradores mientras suman otras estrategias que ayudan a compensar aquello “que no pueden trasladar al salario”, como por ejemplo mejorar el paquete de beneficios y prácticas de work life balance; incrementar las remuneraciones variables por desempeño y objetivos, entre otras”, expresó Natalia Terizzi, CEO de Hucap.
Otras encuesta, de WTW, afirma que las empresas esperan aumentar los salarios de sus trabajadores fuera de convenio por encima del 80%. Si el Gobierno lograse el objetivo de una inflación de 60%, eso podría ocurrir por primera vez en varios años. Claro está, nada está garantizado. Ni que el aumento salarial sea el presupuestado, ni que la suba de precios sea la estipulada.
Panorama en materia de negociación colectiva
A medida que la inflación crece, las negociaciones paritarias se tornan cada vez más complejas. Tras un 2022 con una inflación cercana al 95%, los salarios rápidamente iban quedando atrás de los precios y los momentos del año en los que se brindan los incrementos comienzan a tomar cada vez más relevancia.
En lo que respecta al 2023, no se espera más que otro año difícil en materia de negociaciones colectivas, una inflación que se estima muy similar al 2022 y con un año electoral por delante con la incertidumbre que esto genera.
“La presión de los gremios por incrementos que superen la inflación, refuerza el ‘fantasma’ del solapamiento en las empresas, quienes en las posiciones jerárquicas y sobre todo aquellos puestos claves de sus estructuras, empiezan a poner más foco en la remuneración variable para intentar evitar este tan temido problema. La última medición arroja que un 70% de las empresas encuestadas tienen problemas de solapamiento”, destacó Terlizzi.
Proyección de pago de bono
Por otro lado, el 74% de las empresas prevé que los montos serán similares al año anterior en relación a lo que a variables de negocio se refiere; un 20% de las compañías cree que mejorarán los montos finales percibidos por los colaboradores; un 6% afirma que disminuirán los montos finales percibidos por los colaboradores.
En el 68% de las empresas relevadas, el bono se encuentra ligado al desempeño y a los resultados del negocio; en el 17% de las organizaciones está ligado al desempeño y en el 15% es discrecional en tanto no tiene una política definida.
El 100% de las empresas otorga bono en el nivel de CEO y Gerente General, un 94% lo brinda al primer nivel directivo y gerencial, un 90% de las empresas lo brinda al segundo nivel directivo y gerencial; un 75% lo otorga a puestos y personas clave; un 73% a niveles de jefaturas y un 41% al nivel de analistas y profesionales.
Salarios vs inflación
Está claro que el gran desafío para el Gobierno este año (electoral) es domar la inflación. “En este sentido -señala la consultora Ecolatina- un elemento clave para el ordenamiento nominal son las paritarias: es difícil encarar una significativa moderación de la inflación si los salarios se quedan ‘pegados’ a la inflación pasada. En este marco, el oficialismo también busca que las negociaciones se firmen al ritmo del 60%, siendo un acuerdo semestral del 30% una estrategia para lograr la aceptación de los sindicatos e iniciar el camino”.
La consultora fundada por Roberto Lavagna advierte: “En primer lugar, vale decir que los sindicatos tienen incentivos a colaborar con el Gobierno, previendo que un cambio de signo político -ante un fracaso de la política económica actual- pueda desfavorecerlos. Un elemento adicional es que en 2022 el promedio anual del salario registrado real habría crecido alrededor de 0,5%. El principal factor detrás de esto es el acortamiento de la vigencia de las paritarias, que no sólo dio la posibilidad de renegociar ante la escalada inflacionaria, sino que contribuyó a reducir la heterogeneidad de la perfomance de los salarios reales por sector”.
“Tal vez el punto más relevante se vincula a los significativos aumentos pautados en las renegociaciones para el primer trimestre del año, asociados a la nominalidad pasada. Desde Ecolatina relevamos acuerdos que representan más del 80% del índice de salarios del sector privado de INDEC y hallamos un incremento trimestral superior al 15%. En función de la inflación esperada por el REM, esto no sugiere que se llegará a la temporada alta de las paritarias -hacia marzo/abril- con una merma significativa del poder adquisitivo”, sostiene.
Y concluye: “Sin embargo, justamente el hecho de que el año comience con una nominalidad que lógicamente está mirando más a lo ocurrido durante el 2022 hace que, apenas transcurrido un mes de este año, el objetivo del Gobierno comience a agrietarse por las perspectivas de una inflación más alta que el 4% mensual, el ritmo consistente con la pauta oficial. Por este motivo, desde algunos gremios comienzan a existir voces disonantes que prefieren “ver para creer” en una desaceleración antes de poner la firma”.
FUENTE: Ámbito Financiero