SELCI DEROGA LOS JUZGADOS DE FALTAS PARA DAR MÁS TRANSPARENCIA Y TERMINA CON UNA ESTRUCTURA OPACA QUE DURÓ 30 AÑOS

Después de tres décadas y por iniciativa del intendente, el municipio de Hurlingham tendrá un nuevo sistema más ágil y transparente. El Concejo Deliberante aprobó una ordenanza -enviada por Selci- que disuelve el antiguo juzgado de faltas y habilita la creación de un sistema moderno de controladores, una transformación similar a la que tuvo la Ciudad de Buenos Aires y Tigre: "Era necesario terminar con las arbitrariedades y arrojar luz sobre el sistema de cobros de multas y también hacerlo más fácil para reclamar". La medida tuvo una alta aprobación en las redes.

Después de tres décadas y por iniciativa del intendente, el municipio de Hurlingham tendrá un nuevo sistema más ágil y transparente. El Concejo Deliberante aprobó una ordenanza -enviada por Selci- que disuelve el antiguo juzgado de faltas y habilita la creación de un sistema moderno de controladores, una transformación similar a la que tuvo la Ciudad de Buenos Aires y Tigre: «Era necesario terminar con las arbitrariedades y arrojar luz sobre el sistema de cobros de multas y también hacerlo más fácil para reclamar». La medida tuvo una alta aprobación en las redes.

El Concejo Deliberante de Hurlingham aprobó por amplia mayoría, incluyendo a 3 concejales de la oposición, la disolución de los antiguos juzgados de faltas y, por ende, la creación de un nuevo sistema que incluye contralores. Desde hacía más de treinta años, en Hurlingham todas las multas e infracciones dependían de una misma persona, Rafael De Francesco, quien concentraba todo el poder como titular del juzgado. «Los juzgados de faltas son los lugares que cobraban todas las multas que se hacían en nuestra ciudad y estaba la misma persona desde hacía tres décadas al frente de ese lugar», comentó el intendente Selci.

En los últimos años, se multiplicaron las denuncias respecto de graves irregularidades en el cobro, la falta de trazabilidad de los expedientes y el modo en que se aplicaban las infracciones. «Hizo lo que nadie había hecho», comentó un concejal opositor que votó a favor del proyecto y conoce el oscuro historial del juzgado de faltas: «No podíamos no apoyar esta medida, era necesaria y soluciona un viejo problema». Ni siquiera los concejales de su espacio (LLA) salieron a defender a De Francesco en la sesión. No era simple defender a alquien que ostenta el cargo de juez desde el 12 de abril de 1996 pero hace política partidaria desde hace más de 30 años. De Francesco fue candidato en varias oportunidades por distintos espacios políticos, como el de Roberto Lavagna en 2019, Florencio Randazzo en 2021 y de Javier Milei desde 2023.

Por su parte, Selci afirmó que: «Lo que se busca con esto no es solamente dotar de mayor transparencia al proceso, sino hacerlo también más fácil, más sencillo para reclamar«. Desde ahora, Hurlingham tendrá un sistema moderno de cobro de multas e infracciones como el que tiene el municipio de Tigre o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que depende del poder ejecutivo e incluye contralores, evitando que todo el poder recaiga en una sola persona. La transformación de una ciudad se traduce en medidas como estas.

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