El Banco Central de la República Argentina denegó el acceso a detalles sobre el traslado de lingotes de oro hacia Londres, alegando riesgos para la seguridad de los activos. Exfuncionarios cuestionan la decisión, señalando riesgo de embargo. Mientras el Gobierno sostiene el silencio, la falta de transparencia alimenta la preocupación por la seguridad de los activos.
El Banco Central de la República Argentina rechazó las solicitudes de acceso a la información pública solicitadas por el secretario general de la Bancaria, Sergio Palazzo, en relación con el traslado de lingotes de oro. La institución argumenta que proporcionar detalles sobre esta operación podría comprometer la seguridad de los activos y, por ende, afectar la política monetaria y cambiaria del país.
A más de un mes de que se revelara el traslado de oro, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, no emitió comentarios sobre el asunto y denegó la solicitud de información pública realizada por Palazzo. El único funcionario que habló al respecto es el ministro de Economía, Luis Caputo, quien confirmó el traslado sin proporcionar más detalles, señalando que el objetivo es obtener algún rendimiento del oro. Este movimiento coincide con la búsqueda del Gobierno de un acuerdo de REPO para cubrir vencimientos de deuda para el próximo año.
El Banco Central justificó su negativa a la solicitud de acceso a la información pública al argumentar que cualquier dato relacionado con la ubicación del oro podría poner en riesgo la seguridad de estos activos, lo que afectaría la política monetaria y cambiaria, así como la seguridad del sistema financiero.
No obstante, de acuerdo con las filtraciones de los funcionarios del equipo económico y las características del traslado, se presume que los lingotes de oro se trasladaron a Londres para ser depositados en el Banco de Inglaterra.
Martín Redrado, ex presidente del Banco Central, cuestionó esta decisión, advirtiendo que el envío a Londres podría ser problemático debido al riesgo de embargos, ya que Argentina enfrenta juicios en el exterior. Redrado señaló que durante su gestión se evaluaron bancos con mayor inmunidad, y aunque el Banco de Inglaterra tiene un nivel significativo de protección, no es completamente a prueba de embargos.
Guillermo Hang, ex director del Banco Central, también expresó su preocupación, señalando que la jurisdicción suiza históricamente ofrece mayor seguridad y confidencialidad en el resguardo de activos, mientras que el Reino Unido tomó decisiones judiciales controvertidas, a menudo influenciadas por factores geopolíticos y los intereses del sistema financiero británico.
Alejandro Vanoli, otro ex presidente del Banco Central, subrayó que, a pesar de que Argentina ganó un juicio en Nueva York contra los fondos buitres Elliott y NML en 2015, existen precedentes inquietantes en Londres.
Fuentes calificadas del Banco Central recordaron los problemas que enfrentó Argentina en el pasado, como las medidas disciplinarias impuestas por bancos internacionales, que incluyeron límites al atesoramiento de reservas. Además, cuestionaron si la decisión de mantener el secreto sobre el traslado del oro debió haber sido respaldada por una resolución del directorio.
Sergio Palazzo también criticó la decisión del Banco Central, señalando que muchas de las preguntas planteadas en el pedido de información no estaban relacionadas con la ubicación del oro, sino con detalles como la contratación de seguros, transportistas y los costos asociados. Hasta ahora, hay al menos diez solicitudes adicionales de acceso a la información sobre este tema, pero el Gobierno parece decidido a no dar respuestas.