A un año de la asunción de Javier Milei como presidente, la pobreza afecta al 49,9% de la población, mientras que la indigencia alcanza al 12,9%. Aunque el presidente celebra una “mejora económica”, los expertos advierten que la caída de la pobreza responde a factores estadísticos y que la realidad para muchos hogares sigue siendo crítica, con recortes en gastos esenciales y aumento de precios en servicios.
A un año del comienzo de la administración de Javier Milei, la pobreza continúa siendo una realidad crítica para casi la mitad de la población del país. Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), en el tercer trimestre de 2024, el 49,9% de los argentinos vivían bajo la línea de la pobreza, lo que equivale a 23.547.000 personas. En tanto, la indigencia alcanzó al 12,9% de la población, afectando a 6.063.000 individuos.
Aunque la gestión de Milei se presenta como un éxito en términos financieros, con una “primavera económica” que beneficia principalmente a los sectores más ricos, los sectores vulnerables siguen estando en una situación crítica. La pobreza disminuyó levemente en comparación con los primeros meses del año, cuando superó el 54%, pero sigue siendo la más alta en los últimos 20 años.
A pesar de estos números alarmantes, el presidente Milei se muestra optimista, afirmando que la pobreza está “bajando”. Esto lo justifica con lo que él considera una mejora en las variables económicas sostenibles, ignorando los recortes en programas sociales, el desabastecimiento de comedores comunitarios y los ajustes extremos en jubilaciones y pensiones. Para el presidente, las ayudas sociales son solo “artilugios politiqueros” que a largo plazo solo empeoran la situación.
Sin embargo, los expertos cuestionan la verdadera eficacia de las políticas adoptadas. Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, advierte que la caída de la pobreza registrada responde más a un “efecto estadístico” generado por la disminución de los precios de los alimentos, mientras que los aumentos en los precios de los servicios dificultan el acceso a una canasta básica completa. Además, el informe señala que un alto porcentaje de los hogares tuvo que recortar gastos esenciales, como medicamentos (29,4%), impuestos (29,9%) y servicios (27,1%), lo que demuestra que, aunque los datos oficiales indiquen una mejora, la realidad económica para muchas familias sigue siendo muy difícil.
A pesar de que el Gobierno se jacta de una supuesta reducción de la pobreza, el panorama sigue siendo desalentador para millones de argentinos, que enfrentan una situación económica que sigue lejos de ser sostenible para la mayoría de los argentinos.