Según un informe privado elaborado con datos del Indec, el Banco Central y el sistema previsional, el 23,4% de las familias recurrió a créditos o préstamos informales durante el primer trimestre de 2025. El endeudamiento crece mientras los salarios reales siguen cayendo.

El ajuste económico golpea de lleno el poder adquisitivo de los hogares argentinos. Con ingresos que se agotan antes de terminar el mes, una de cada cuatro familias –alrededor de 15 millones de personas– debe endeudarse para cubrir gastos básicos, según un informe del Instituto Argentina Grande basado en datos oficiales del Indec, el SIPA y el Banco Central. El 23,4% de los hogares tomó deuda entre enero y marzo de este año únicamente para “llegar a fin de mes”, sin destinarla a bienes durables. La proporción se acerca a los niveles registrados durante la gestión de Cambiemos.
El relevamiento muestra además un cambio en el tipo de financiamiento: cayó 4% la cantidad de familias que pidieron dinero a conocidos, pero aumentó 24% la de quienes recurrieron a bancos o financieras. En total, un 61% de los hogares con deudas mantiene compromisos con ambos tipos de prestamistas. Mientras tanto, el monto adeudado con entidades financieras creció 69% en términos reales desde diciembre de 2023, y la deuda promedio por persona alcanzó los $3,7 millones en junio, frente a los $1,9 millones de fines de 2023.
La situación se agrava por las elevadas tasas de interés. Los préstamos personales del Banco Nación superan el 100% anual y las financiaciones con tarjeta de crédito alcanzan hasta el 133%. Solo en septiembre, el saldo total de operaciones con tarjetas llegó a $21,6 billones, un incremento del 84,5% interanual. En paralelo, la morosidad bancaria trepó al 6,6% del total de créditos, el nivel más alto desde 2010, reflejando que el endeudamiento se volvió una herramienta de supervivencia en un contexto de salarios estancados y precios aún en alza.


