El equilibrio del ”monotributista” Mago del Kremlin Santiago Caputo, las negociaciones Macri-Milei y la novela legislativa de la última semana; por Martín Gambarotta.
Hubo un momento revelador en el Senado mientras el catedrático conservador Manuel García-Mansilla defendía su postulación a la Corte Suprema. Fue este: García-Mansilla les dijo a los senadores que el cargo se lo ofreció el asesor presidencial Santiago Caputo. Agregó que no conoce personalmente al presidente libertario Javier Milei. El dato revela que Milei delega mucho de la gestión en Caputo, un asesor de imagen joven que, como advirtió el Senador radical Martin Lousteau, ni siquiera ocupa un cargo formal en el Estado sino que factura por su trabajo.
Muchos se toman esta situación naturalmente, pero otros están dispuestos a desafiarla. Este es el caso del expresidente Mauricio Macri, el líder del partido de centroderecha PRO. Milei y Macri cenaron otra vez esta semana. La reunión vino después de dos derrotas libertarias en el Congreso: el rechazo por la Cámara de Diputados a un decreto de necesidad y urgencia otorgándole 100 mil millones de pesos en fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y la aprobación en el Senado de una nueva ley de movilidad previsional auspiciada por la oposición. El PRO apoyó el rechazo a los fondos reservados y en la Cámara Alta los senadores del partido de Macri votaron a favor de la reforma en el pago a los jubilados.
Macri apoyó el veto dejando fuera de juego a sus propios senadores. Eso preparó el terreno para la reunión en Olivos. Se supone que Macri quiere la cabeza de Caputo, difícil que lo logre. Pero es posible que Milei esté entendiendo que no puede delegar ciegamente tareas en su asesor estrella, especialmente en el Congreso y en la SIDE. Después de la cena dos funcionarios de la SIDE que se habían interesado por las causas judiciales que involucran a Macri renunciaron y el jefe de la secretaría le pidió disculpas al expresidente. También en la cena se habló de coordinación entre los bloques de La Libertad Avanza (LLA), el partido de gobierno, y el PRO.
Los bloques minoritarios de la LLA en ambas cámaras del Congreso están plagados de escándalos y muchas veces el que tenía la última palabra era Caputo. El Senador por Formosa de LLA Francisco Paoltroni se opuso abiertamente a la candidatura a la Corte Suprema del Juez Federal Ariel Lijo auspiciada por Milei. Paoltroni acusó a Lijo de corrupto y dijo que contradecía los principios liberales de su partido. Caputo convocó a Paoltroni a la Casa Rosada y le dijo que se callara la boca. Paoltroni no hizo caso y fue expulsado del bloque de LLA, señal que Caputo retiene poder.
Macri quiere la cabeza de Caputo, difícil que lo logre. Pero es posible que Milei esté entendiendo que no puede delegar ciegamente tareas en su asesor estrella, especialmente en el Congreso y en la SIDE.
La expulsión misma de Paoltroni fue incómoda. La vicepresidenta Victoria Villarruel rechazó por improcedente una nota del bloque de la LLA instándola a echar al senador. La decisión fue un último gesto de Villarruel, que también se opone a la postulación de Lijo, hacia Paoltroni.
Villarruel y Milei casi no se hablan. Es cada vez más frecuente que los voceros del presidente digan que los temas promovidos por la vice no están en la agenda de Milei. La última movida Villarruel fue convocar un acto en el Senado para homenajear a las víctimas de los grupos armados de izquierda en la década del 70.
“Reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la justicia la que haga lo que debió hacer hace más de 20 años, cuando arranqué siendo demonizada y repudiada (…) Todos los montoneros tienen que estar presos respondiendo por ensangrentar nuestra nación”, dijo Villarruel.
El vocero presidencial Manuel Adorni salió a decir casi automáticamente que el tema no estaba en agenda.
Villarruel muchas veces está en el centro de la escena porque la debilidad de La Libertad Avanza en el Congreso implica que Milei técnicamente está en situación de juicio político.
Los rumores incluían versiones que Villarruel está en contacto con sectores del peronismo. Todo eso terminó con un mensaje en la red social X de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner; “pericia psiquiátrica le vamos a pedir a los que dicen que Villarruel es peronista”.
El que siguió el debate fue el senador peronista por Formosa José Mayans que preguntó si no había que mandar también al psiquiatra a los que nombraron al expresidente Alberto Fernández, hoy investigado por violencia de género, al frente del Partido Justicialista.
Mayans después se reunió con dos senadoras kirchneristas y le quedó en claro que “Villarruel no pertenece a nuestro campo”.
En la Cámara de Diputados el partido de Milei también está plagado de escándalos. La diputada Lourdes Arrieta fue expulsada del bloque después de una feroz discusión sobre la reciente visita de seis legisladores de LLA al penal de Ezeiza para reunirse con exmilitares condenados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Arrieta formó parte del grupo que fue a Ezeiza, pero aduce que fue llevada engañada y que la visita fue organizada por las autoridades del bloque. Milei ahora busca un contacto más personal con los legisladores para evitar el descalabro total, lo que podría llevar al cambio del presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem a fin de año. Menem recibió críticas de Macri.
Se supone que Milei se reúne con diputados para buscar consensos. Le tendría que avisar a sus ministros. El ministro de justicia Mariano Cúneo Liberona generó agitación cuando expuso ante la Comisión de Mujeres y Diversidad en Diputados. Cúneo Libarona dijo que rechaza las diversidades sexuales “que no se alinean con la biología”.
Milei mismo fue criticado por haber retuiteado una foto del Diputado Martín Tetaz con el exdiputado provincial de Misiones acusado de pedofilia, Germán Kiczka. “Prueba gráfica del diputado pedófilo de Misiones queriendo abusar de un pibito”, dice el tuit que le gustó a Milei.
El presidente finalmente el viernes a la tarde se reunió con un grupo de diputados del PRO, LLA y un del pequeño bloque MID encabezado por el Diputado Oscar Zago. Zago era el jefe del bloque del PRO pero renunció después de un conflicto sobre la designación de diputados en comisiones. El objetivo es evitar el rechazo del veto a la movilidad jubilatoria que Milei firmó el viernes a la noche. De este tipo de cosas se encargaba Caputo. La crisis en el bloque del partido oficialista es recurrente. Sólo hay que observar la discusión en redes entre la diputada Marcela Pagano y la diputada Lilia Lemoine plagada de referencias a la psiquiatría y al sexo. En definitiva, la pregunta es si la situación disminuye el poder de Menem y Caputo. Ese parece ser el objetivo de máxima de Macri que con su conexión directa con Milei está desafiando la posición de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que técnicamente pertenece al PRO pero es crítica del expresidente y ciegamente leal al gobierno libertario.
Hay que ver qué incidencia tiene en el panorama la decisión del gobierno nacional de retirar los subsidios al transporte público en la Ciudad de Buenos Aires (gobernada por el PRO) y la provincia de Buenos Aires (gobernada por el kirchnerismo). La ciudad y el gobierno nacional también tienen un conflicto pendiente en su reclamo por fondos coparticipables.