Alrededor de 5,3 millones de personas cayeron por debajo de la línea de pobreza en el primer semestre del año, un aumento que duplicó el registrado durante la pandemia. Actualmente, uno de cada cuatro niños vive en hogares en situación de indigencia.
Javier Milei es conocido por su manejo particular de las cifras, como su afirmación de haber heredado una inflación del 17,000% anual, en contraste con el 211,9% reportado por el INDEC para todo 2023. También argumentó que vetó una ley que aumentaba un 8,1% las jubilaciones porque costaría 370,000 millones de dólares, una cifra desmesurada en relación al préstamo del FMI que recibió el gobierno de Mauricio Macri.
Recientemente, el INDEC publicó un informe alarmante: en el primer semestre de 2024 se sumaron 29,000 pobres por día. Esto se traduce en que el 52,9% de la población argentina vive por debajo de la línea de pobreza.
La situación es devastadora: hay más personas en situación de pobreza que no. Además, se registró un aumento histórico en este indicador; el incremento de 11,2 puntos porcentuales en seis meses es el más significativo desde que se reformularon las estadísticas en 2016, superando incluso el impacto de la pandemia de 2020.
La indigencia también aumentó drásticamente, pasando del 11,9% al 18,1% en solo seis meses. Esto significa que uno de cada cinco argentinos no tiene los recursos suficientes para alimentarse adecuadamente, y esta tasa se duplicó en un año.
El INDEC compara los ingresos familiares con dos canastas: la básica total, que abarca todos los bienes y servicios necesarios, y la básica alimentaria, que se enfoca solo en alimentos. Aunque los ingresos familiares aumentaron un 87,8% en promedio, esto es insuficiente frente al incremento de las canastas, que subieron un 115,3% (CBA) y 119,3% (CBT). Esto contradice la narrativa del Gobierno de que los salarios y jubilaciones superaron la inflación.
Además, la brecha de pobreza creció, lo que indica que los hogares en esta situación están cada vez más lejos de poder salir de ella. El ingreso promedio de las familias en pobreza está un 42,6% por debajo del costo de la canasta básica total.
La situación es aún más alarmante entre los niños: el 66,1% de los menores de 14 años viven en hogares bajo la línea de pobreza, y el 27% de ellos son considerados indigentes.
Esta crisis llamó la atención de organismos internacionales; el Comité de los Derechos del Niño de la ONU manifestó su preocupación por la drástica reducción de las asignaciones presupuestarias para niños, señalando déficits en salud y educación.
Antes de la publicación del informe, el Gobierno intentó desviar la atención culpando al “populismo económico” y prometiendo un futuro mejor, destacando el aumento en los créditos hipotecarios. Sin embargo, la comparación que hizo sobre la hiperinflación de 1989, que llevó la pobreza del 20% al 47% en pocos meses, resulta desalentadora: los números actuales en la gestión de Javier Milei son aún más alarmantes.