El presidente participó de un evento sobre Inteligencia Artificial destinado sólo a empresarios, ignorando a los investigadores del CONICET. Su visita desató críticas por los despidos masivos, el desfinanciamiento del sector y la falta de políticas públicas que prioricen el conocimiento local. “La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”, expresaron los trabajadores en su reclamo.
En medio de despidos masivos y un brutal ajuste presupuestario, el presidente Javier Milei visitó por primera vez el Polo Científico para participar de un evento sobre Inteligencia Artificial. Sin embargo, lo hizo únicamente ante CEOs de empresas multinacionales, excluyendo deliberadamente a los investigadores del CONICET, quienes repudiaron su presencia como un gesto de “cinismo y provocación”.
La comunidad científica no tardó en expresar su rechazo. Trabajadores del sector desplegaron carteles con consignas como “La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”, mientras Milei optaba por ingresar al edificio por la cochera para evitar enfrentarse a quienes sufren las consecuencias de su gestión. Nuria Giniger, investigadora del CONICET, calificó la visita como una “mojada de oreja” y expresó: “nos desprecia y persigue, mientras vacía el sector y lo entrega a intereses privados.”
La administración de Milei ha desmantelado sistemáticamente las políticas de ciencia y tecnología. Desde su asunción, despidió al 10% de la planta del CONICET, suspendió becas doctorales y posdoctorales, paralizó el ingreso a planta permanente de trabajadores concursados y ejecutó apenas una fracción del presupuesto asignado para 2024. A pesar de este panorama, el presidente se presentó en el Polo Científico para prometer desregulación y tierras a empresas, ignorando el papel estratégico del conocimiento público.
Durante su discurso, Milei intentó adjudicarse avances en Inteligencia Artificial, omitiendo que hasta diciembre de 2023 existía un programa nacional financiado por el BID que fomentaba la cooperación público-privada en la materia. “No es cierto que nada se haya hecho. Había un trabajo sólido, orientado al bien común y con protocolos éticos claros, que ahora se ignoran deliberadamente”, señaló el investigador Fernando Peirano.
La comunidad científica denunció que el gobierno busca “destruir la producción de conocimiento local“ para someterla a los intereses del mercado global. “Sin los trabajadores, no hay desarrollo tecnológico posible”, afirmó Giniger, quien destacó que la presencia de Milei en el Polo Científico simboliza un proyecto de país basado en la entrega y el vaciamiento.
En su comunicado de repudio, ATE-Conicet expresó: “Estamos viviendo el desguace más feroz de las últimas cuatro décadas. Repudiamos la visita del principal responsable de estas políticas de destrucción.“ Además, exigieron la reincorporación de los despedidos, renovación de contratos, recomposición salarial y el cese de la persecución ideológica.