El pliego del juez federal Ariel Lijo podría llegar al recinto el jueves, pero la incertidumbre sigue marcando el proceso. Mientras La Libertad Avanza envía señales contradictorias, el peronismo mantiene el hermetismo y se prepara para rechazar la ley de Ficha Limpia.
El Senado enfrenta una semana determinante para la postulación de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia. Aunque el dictamen de la Comisión de Acuerdos ya fue firmado, su inclusión en la sesión prevista para el jueves aún no está garantizada. La falta de definiciones claras dentro de La Libertad Avanza y las tensiones con la oposición peronista complican el escenario para el oficialismo, que necesita 48 votos a favor para aprobar la designación del juez federal.
El proceso de nominación de Lijo ha estado marcado por señales contradictorias dentro del gobierno. Mientras algunos sectores impulsan su designación, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha expresado en reiteradas ocasiones que el tema no es una prioridad. Sin embargo, la reciente aparición del dictamen con firmas inesperadas, como las del radical Eduardo Vischi y los peronistas Lucía Corpacci y Sergio Uñac, sugiere que la Casa Rosada decidió avanzar con la postulación.
En paralelo, el Senado también se prepara para debatir la ley de Ficha Limpia, que propone impedir la postulación de candidatos con condenas en segunda instancia por delitos de corrupción. Desde Unión por la Patria anticiparon un rechazo unánime a la iniciativa, al considerarla una maniobra dirigida a inhabilitar políticamente a Cristina Fernández de Kirchner. La falta de apoyo del peronismo, sumada a la baja prioridad que el oficialismo le asigna al proyecto, anticipa un estancamiento legislativo.
A medida que se acerca el jueves, los sectores políticos intensifican las negociaciones. Dentro del bloque oficialista, algunos senadores como Francisco Paoltroni condicionan su respaldo a la postura que adopte el peronismo. En este contexto, la vicepresidenta Victoria Villarruel podría quedar al margen del debate, ya que asumiría la presidencia interina ante la próxima visita de Javier Milei a Estados Unidos. Su ausencia dejaría al senador Bartolomé Abdala a cargo de una sesión que se perfila compleja y cargada de tensiones.
Mientras tanto, el gobierno también evalúa alternativas para cubrir la segunda vacante en la Corte. La candidatura del jurista Manuel García Mansilla, respaldado por el oficialismo, no logró reunir el apoyo suficiente y podría resolverse mediante un decreto presidencial en comisión por un año. Este posible movimiento generaría un nuevo foco de conflicto, ya que podría interpretarse como una maniobra unilateral de Milei para completar la Corte sin acuerdo legislativo.
En los próximos días, las negociaciones definirán el futuro de Lijo y de los demás proyectos en agenda. La sesión del jueves podría ser clave no solo para la conformación de la Corte, sino también para medir los alineamientos dentro del Senado y las tensiones entre el oficialismo y la oposición.