El creador de $LIBRA afirmó que pagó una coima a Karina Milei, mientras que periodistas oficialistas acusan a colegas y funcionarios de recibir sobornos. La crisis se agrava con nuevas revelaciones.
En menos de 72 horas, el gobierno de Javier Milei quedó envuelto en una serie de denuncias por presuntos sobornos. Primero, Hayden Davis, creador del token $LIBRA, aseguró en chats privados que tenía “control total” sobre el presidente y que enviaba dinero a su hermana, Karina Milei, para que este firmara lo que él quería. A esto se sumó la declaración del empresario Diógenes Casares, quien afirmó haber recibido información sobre el pago de U$S 5 millones para facilitar el acceso a Milei.
La crisis se profundizó cuando Charles Hoskinson, cofundador de Ethereum y Cardano, reveló que le pidieron miles de dólares para una reunión con el presidente. Mientras tanto, en medio del escándalo, los periodistas oficialistas Jonatan Viale y Cristina Pérez denunciaron en sus editoriales que funcionarios y colegas de los medios también habrían recibido coimas. Viale acusó a un periodista de aceptar sobres con dinero durante la campaña presidencial de 2023, mientras que Pérez afirmó que un grupo cercano a Milei cobra por gestionar reuniones con empresarios, sin garantizar el acceso real al mandatario.
El escándalo impactó en la interna del oficialismo, con acusaciones cruzadas dentro de La Libertad Avanza. Algunos referentes intentaron desacreditar las denuncias, mientras que otros se mostraron preocupados por la posibilidad de que haya operadores cercanos al presidente lucrando con su imagen. En redes sociales, la oposición aprovechó la situación para denunciar una presunta “mafia” dentro del gobierno, exigiendo explicaciones a Milei y a su círculo íntimo.
En medio de este clima, los mercados reaccionaron con cautela. Si bien la cotización de $LIBRA ya se encontraba en caída, el escándalo aceleró su desplome y generó dudas sobre otras iniciativas de inversión promovidas por el oficialismo. Mientras tanto, Karina Milei y otros funcionarios señalados evitaron hacer declaraciones públicas, dejando en el aire una crisis que amenaza con seguir escalando.