CAÍDA RÉCORD DEL CONSUMO: LOS COMERCIOS VENDIERON HASTA UN 17% MENOS EN SEPTIEMBRE

La contracción golpeó a autoservicios y pymes en todo el país. Los rubros textil, bazar y alimentos fueron los más afectados. La pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la incertidumbre política siguen hundiendo la demanda.

La contracción golpeó a autoservicios y pymes en todo el país. Los rubros textil, bazar y alimentos fueron los más afectados. La pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la incertidumbre política siguen hundiendo la demanda.

El derrumbe del consumo continúa profundizándose. Según un relevamiento de Scanntech, las ventas en los autoservicios del AMBA cayeron 12,5% interanual y 16,7% respecto de agosto, lo que refleja un retroceso sin freno en la actividad minorista. En el promedio nacional, la baja fue de 6,3% frente a septiembre del año pasado y de 7,9% en comparación con el mes anterior, con descensos también en el interior del país. El informe relevó 725 puntos de venta y 238 categorías de productos, y señaló que el ajuste se sintió en todos los formatos comerciales, incluso con un alza promedio de precios del 1%.

En paralelo, el Índice de Ventas Minoristas Pyme de la CAME mostró un panorama igual de sombrío. Las ventas de los comercios chicos se redujeron 4,2% interanual, con un desplome del 10,9% en indumentaria y caídas significativas en bazar (-6,2%), perfumería (-6%), calzado (-4,3%) y alimentos y bebidas (-3,1%). Aunque en el acumulado del año todavía se mantiene una leve suba del 5%, los empresarios advierten que el deterioro es generalizado y que la tendencia se agudiza mes a mes.

La CAME advirtió que los datos de septiembre reflejan “la fragilidad del consumo interno y el impacto de la incertidumbre económica y política”. El 38% de los comerciantes afirmó que su situación empeoró respecto al año pasado, y la mayoría manifestó preocupación por los márgenes de rentabilidad ante el aumento de costos y la pérdida del poder de compra. La demanda, marcada por la cautela de los consumidores y el endeudamiento familiar, expone el costo social del programa económico: menos ventas, más incertidumbre y un horizonte que, para el comercio argentino, se sigue achicando.

Comparti la nota

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram