La planta de General Pacheco permanecerá parcialmente inactiva durante al menos dos semanas y recién retomaría la actividad plena el 5 de enero. La decisión impacta en 2300 trabajadores y se vincula al derrumbe de la demanda en medio del ajuste económico.
La multinacional Mondelez dispuso la paralización temporal de la producción en su complejo de General Pacheco, una medida que estira hasta tres semanas la interrupción de distintas líneas y que dejó en suspenso la actividad de miles de operarios. Según fuentes internas, la empresa atribuyó la pausa al profundo repliegue del consumo, fenómeno que desacomodó el flujo habitual de ventas en los últimos meses.
Trabajadores de la planta explicaron que el parate se activó cuando la compañía acumuló más de 13 mil toneladas de stock sin rotación suficiente para sostener la actividad. En esas líneas se elaboran productos de marcas masivas como Oreo, Pepitos, Lincoln, Milka, Shot, Beldent, Halls, Sugus y Tang, lo que revela la magnitud del freno. La expectativa es que el funcionamiento normal recién quede restablecido a partir del 5 de enero, aunque algunos sectores podrían continuar en pausa más allá de esa fecha.
El Sindicato de la Alimentación (Stia) expresó su sorpresa: dirigentes gremiales remarcaron que la firma nunca había detenido la producción por motivos vinculados a la demanda, ya que los únicos antecedentes correspondían a recambios de maquinaria o reordenamientos internos. Aun así, la conducción sindical acordó un esquema transitorio para amortiguar el impacto, que combina una semana de vacaciones con otra de licencia paga.
En paralelo, trascendió que la empresa se comprometió a sostener los salarios, abonar el bono de fin de año, mantener los beneficios vigentes y entregar un voucher de $53.000, según difundió InfoGremiales. Sin embargo, dentro de la planta domina la incertidumbre: muchos empleados temen que la reanudación completa dependa de un giro económico que no asoma en el corto plazo, con un consumo deprimido y un escenario recesivo que no deja señales de mejora.
La suspensión temporal, coinciden fuentes sindicales y trabajadores, se inscribe en un mapa industrial mucho más amplio, donde las caídas de ventas y la acumulación de inventarios generan parates, suspensiones y cierres en múltiples ramas fabriles.
