La filtración de audios que vinculan a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem abrió un frente inesperado en plena campaña. El Gobierno apartó al titular de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, y teme que el caso escale como un nuevo $LIBRA, mientras aún resuenan los tropiezos legislativos en Diputados.
El Gobierno de Javier Milei enfrenta un nuevo flanco de conflicto tras la aparición de audios que involucran a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem en presuntas maniobras de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). La filtración precipitó la salida “preventiva” de su titular, Diego Spagnuolo, y encendió alarmas en Casa Rosada por el posible impacto en la campaña electoral.
Frente a los hechos de público conocimiento y ante la evidente utilización política de la oposición en año electoral, el Presidente de la Nación ha decidido, de manera preventiva, la remoción del cargo del Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego…
— Vocería Presidencial (@Voceria_Ar) August 21, 2025
En los pasillos oficiales comparan la situación con el caso $LIBRA, por el riesgo de que la denuncia gane volumen público y desgaste al oficialismo. En paralelo, la derrota en Diputados por la emergencia en discapacidad —donde la oposición logró revertir el veto presidencial— y el blindaje al veto previsional dejaron al Ejecutivo con un doble frente abierto: legislativo y judicial.
El episodio golpea directamente al núcleo más cercano al Presidente, en el que Karina Milei y Lule Menem concentran el diseño político y electoral. Con las elecciones a pocas semanas, el caso amenaza con enturbiar los armados distritales y condicionar la estrategia de campaña que coordina Santiago Caputo, hasta ahora enfocado en garantizar el apoyo de gobernadores y aliados parlamentarios.
En Casa Rosada reconocen que fue “uno de los días más negros” de la gestión libertaria. Para ordenar el daño, hubo una cumbre en la Jefatura de Gabinete, con Karina Milei, Caputo y Guillermo Francos como mediador, donde se discutió cómo encauzar la crisis y minimizar su impacto en la campaña.
Pese a las turbulencias, en el oficialismo sostienen que el escándalo no alterará el rumbo electoral: proyectan superar el 40% de los votos a nivel nacional y ampliar la base legislativa propia en 2026, aun cuando el desenlace de la investigación sobre ANDIS permanece abierto.