La reunión entre Donald Trump y Javier Milei y el nuevo rol de facto del secretario del Tesoro Scott Bessent, el condicionamiento de EEUU para concretar el swap de divisas, la revitalización inesperada del discurso soberanista, la movilización por el Día de la Lealtad a San José 1111 y el diagnóstico de Cristina: es Bessent o Perón; por Martín Gambarotta.
Ahora dicen que el mundo está lleno de comunistas. El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y su Secretario del Tesoro Scott Bessent afirman eso. Trump se quejó que un candidato a alcalde de Nueva York demócrata es “comunista” durante su reunión en la Casa Blanca con el Presidente libertario Javier Milei el martes.
Milei y el Ministro de Economía Luis Caputo hablan el mismo idioma. De pronto, se entiende por qué Caputo cuando llama “comunistas” a sus rivales políticos. Es para que entiendan sus amigos estadounidenses. La Unión Soviética cayó hace mucho tiempo. Un veterano magnate una vez dijo: hubo una lucha de clases y la ganamos nosotros. Pero nunca es suficiente. Los que amasan billones de dólares de verdad creen que puede venir una revuelta definitiva que los borre del mapa junto a sus fortunas.
Los que amasan billones de dólares de verdad creen que puede venir una revuelta definitiva que los borre del mapa junto a sus fortunas. Los personajes como Trump construyen refugios para resguardarse en caso de una conmoción social. Despliegan tropas antidisturbios. Temen por sus fortunas. No se pueden dar el lujo (paradójicamente con una vida llena de lujos) de ensayar una mirada escéptica sobre el progresismo duro como, por decir, los que hacen revistas digitales.
Los personajes como Trump construyen refugios para resguardarse en caso de una conmoción social. Despliegan tropas antidisturbios. Temen por sus fortunas. No se pueden dar el lujo (paradójicamente con una vida llena de lujos) de ensayar una mirada escéptica sobre el progresismo duro como, por decir, los que hacen revistas digitales.
En ese marco se desarrolló la reunión entre Trump y Milei, diseñada como reafirmación del apoyo político y financiero de Estados Unidos al presidente libertario. Las agencias gubernamentales de Washington leyeron bien la situación en Argentina para que sus jefes procedan para resolver la situación. Milei estaba a punto de besar la lona cuando Trump fue a su rescate con el anuncio de un canje de divisas por 20.000 millones de dólares. Pero algo no funcionó en la comunicación entre las agencias y los mandos políticos de la Casa Blanca.
Trump durante la reunión con Milei, una especie de almuerzo combinado con conferencia de prensa, condicionó el salvataje al triunfo del frente del presidente argentino en las elecciones de medio término del 26 de octubre. “Si pierde las elecciones, no vamos a ser generosos con Argentina”, dijo Trump con Milei en el comedor. La conversación con los periodistas durante la reunión con Milei se transmitió en vivo.
Después, se dispararon mil explicaciones, pero Trump dijo lo mismo, que todo dependía del resultado de las elecciones de medio término, en una declaración en las redes sociales más tarde. Los asesores libertarios intentaron instalar que Trump en realidad se refería a las elecciones presidenciales de 2027. Algunos sectores del gobierno libertario culparon al Canciller Gerardo Werthein, un empresario sin roce diplomático previo, por la incongruencia entre la postura de Trump y la del gobierno de Milei. El presidente argentino sigue diciendo que cuenta con el apoyo de Trump mientras sea jefe de estado, al menos hasta 2027.
Bessent redobló el apoyo; el Tesoro volvió a comprar pesos y se anunció una línea de crédito de bancos privados por otros 20.000 millones de dólares. La mala noticia para Milei es que igualmente quedó instalado que el dinero de Washington se esfuma si no gana las elecciones, algo que no está asegurado. Al cierre de esta columna, se anticipaba el anuncio de un acuerdo comercial entre los Estados Unidos y Argentina.
Si hay alguien que puede retirarse de una negociación después de haber puesto 20.000 millones de dólares imaginarios sobre la mesa, ese es Trump.
Washington se comporta como si hubiera despachado un interventor hacia una provincia lejana. De hecho, un emisario político de Trump estuvo reunido en Buenos Aires con el asesor estelar del presidente argentino, Santiago Caputo. El consultor también se reunió con dirigentes de la oposición no kirchnerista.
Todo indica que el consultor de Trump en Buenos Aires está bajando línea política. Atrás quedaron los tiempos en los que estaba mal visto diplomáticamente meterse en los asuntos políticos de un país soberano. La consecuencia de las políticas de los consultores de Washington es clara: le devuelve épica al peronismo.
El mensaje es este: Santiago Caputo es el interlocutor dilecto de las agencias de Washington. Bessent habló de una nueva “coalición” para sacar la situación adelante después de las elecciones.
Todo indica que el consultor de Trump en Buenos Aires está bajando línea política. Atrás quedaron los tiempos en los que estaba mal visto diplomáticamente meterse en los asuntos políticos de un país soberano. La consecuencia de las políticas de los consultores de Washington es clara: le devuelve épica al peronismo.
Palabras que hasta hace poco resultaban un poco infantiles si se usaban en una discusión política ahora recobran sentido. Por ejemplo: vendepatria.
La situación en el terreno es complicada: el viernes un grupo de manifestantes muy enojados intentó ingresar a la sede de la agencia estatal de discapacidad en la Ciudad de Buenos Aires. El gobierno nacional se niega a promulgar la ley de emergencia en discapacidad aprobada por el Congreso, diciendo que necesita saber de dónde sacar los fondos.
Bessent se queja mucho en público del peronismo. También aclaró que sus declaraciones sobre el rol de China en Argentina se limitaban a objetar posibles proyectos militares y no comerciales.
Es muy claro el mensaje que le llega a los votantes después de la crudeza de Trump en la reunión en la Casa Blanca. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner le dijo a la población en las redes: ya saben lo que tienen que hacer.
El viernes 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista, miles de personas marcharon hacia su departamento en San José 1111 donde la expresidenta está detenida. Fernández de Kirchner salió al balcón desplegando una bandera argentina después de las 6 de la tarde. Estaba presente el Gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof.
“Hace 80 años era Braden o Perón, ahora es Bessent o Perón”, dijo Fernández de Kirchner en un audio difundido. “El 26 es Milei o Argentina”, agregó.
La persecución de Fernández de Kirchner se intensificó cuando a principios de año Washington anunció que le prohibía la entrada a Estados Unidos citando las acusaciones judiciales en su contra.
El Diputado Máximo Kirchner dijo que Milei se pasó toda la reunión en la Casa Blanca dándole “la nuca” al pueblo argentino. Como suele suceder cuando hay billonarios en la sala, el que llevaba la voz cantante era Trump, sin saber que con sus declaraciones electorales estaba desatando una crisis de nervios en los mercados.
Después de todo, no está garantizado que Milei gane las elecciones. Hay una realidad silenciosa que parece exceder los esfuerzos del periodismo amigo argentino por sostener un escenario que es cada vez más ficticio: los dirigentes peronistas están creciendo en las encuestas.
El peronismo viene de ganar por 14 puntos las elecciones distritales en la provincia de Buenos Aires. La Libertad Avanza, la coalición libertaria, tuvo que bajar la candidatura del economista José Luis Espert como cabeza de lista de diputados en la provincia por sus conexiones financieras con un supuesto narcotraficante. Ahora, después de un fallo judicial, la lista de Milei la encabeza Diego Santilli, un dirigente experimentado del partido de centroderecha PRO. El contratiempo para el gobierno es que no logró hacer reimprimir las boletas. La foto del escabroso Espert todavía figura en las boletas. Santilli se zambulló de lleno en la campaña desesperadamente. En el fondo, Santilli sabe que hay muchos factores que le juegan en contra.
El cambio de clima político es difícil de esconder hasta para los medios conservadores del Grupo Clarín. El Senador kirchnerista Mariano Recalde, durante una entrevista en un programa del canal de noticias del grupo, criticó duramente al Ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger, acusándolo de haber fracasado en tres administraciones distintas. Sturzenegger, un ultraliberal conocido por pavonearse en las redes sociales, estaba en el estudio. Se quedó callado cuando lo invitaron a responder. Es la postura histórica del liberalismo local: negar la existencia del kirchnerismo como un actor de la democracia.
Milei habló de “dólares que saldrán por las orejas”. Prometió domar la inflación por completo en agosto del año que viene. El detalle es que hasta hace poco juraba que la inflación se terminaba a mitad de 2026. La inflación en septiembre midió 2,1%. Más allá de todos los fuegos de artificio acerca del fin de la inflación, técnicamente sigue subiendo.
Milei trata de mantener el optimismo a pesar de que el dólar seguía subiendo el viernes. Bessent tuvo que lanzar otro tuit el viernes: “Tenemos la capacidad para actuar con flexibilidad y con fuerza para estabilizar a la Argentina”. El dólar siguió subiendo después del mensaje de Bessent que dijo que trabaja en coordinación cercana con el equipo económico argentino. A esta altura, Bessent es el jefe de facto del equipo económico argentino. Esta república, de hecho, se encuentra bajo el control operacional del Departamento de Estado.
La líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, que trabajó en gobiernos anteriores con Luis Caputo, ahora lo caracteriza como un “taradito”. El ministro de economía festeja con banderas argentinas los tuits de Bessent escritos en inglés. Todo indica que Caputo ya no es el ministro.
El Fondo Monetario Internacional mientras tanto insiste con su receta para el país: acumular reservas en el Banco Central.
Milei habló de “dólares que saldrán por las orejas”. Prometió domar la inflación por completo en agosto del año que viene. El detalle es que hasta hace poco juraba que la inflación se terminaba a mitad de 2026. La inflación en septiembre midió 2,1%. Más allá de todos los fuegos de artificio acerca del fin de la inflación, técnicamente sigue subiendo.
A los ojos de muchos votantes, Estados Unidos viene al rescate de una administración que busca someter a la población a no llegar a fin de mes.
La alternativa que se le aparece al campo libertario es negar el resultado electoral, hacer como que no existe. Milei declaró que piensa seguir adelante con sus medidas de austeridad extrema gane o pierda. Así se presenta un posible panorama peligroso: negar la situación política apoyándose en una intervención extranjera. Todavía es posible que La Libertad Avanza gane a nivel nacional.
El presidente trata de concentrarse en el conurbano. Milei el viernes tuvo que abandonar una caravana de campaña por el partido de Tres de Febrero debido a protestas.
El ministro de economía anunció una reforma laboral que limita derechos. Sturzenegger, en un discurso irascible, retó a los empresarios en el coloquio empresario IDEA por no proponer un rediseño del contrato laboral que beneficie a las dos partes. Además, se aceleran las especulaciones sobre qué movimientos ministeriales hará Milei después del voto.
El expresidente Mauricio Macri, líder del partido de centroderecha PRO aliado de Milei, llamó a “construir una nueva mayoría”. La noticia es que la idea de Macri fue apoyada casi automáticamente en las redes por Santiago Caputo. “Argentina necesita una nueva mayoría reformista”, dijo el asesor de Milei. “Nueva mayoría reformista” parece ser una frase producto de las reuniones del asesor estelar con los consultores que envió Trump. Estados Unidos está embarcado en una confrontación con la Venezuela bolivariana. Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela. En un manotazo, los libertarios ahora tratan de ligar a los candidatos peronistas en la provincia de Buenos Aires con funcionarios venezolanos. Los libertarios también se quejan de aportes irregulares de campaña por parte de Caracas durante los años chavistas.
Milei el jueves confirmó que Santiago Caputo, que hasta ahora trabajó con un contrato de locación en presidencia, puede ocupar un puesto formal en el Gabinete después de las elecciones. Los cambios en el Gabinete pueden llegar a ser masivos. Los rumores lo ponen a Santiago Caputo en colisión con el actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos, un dirigente que viene de la política tradicional y que cultiva un perfil moderado.
El sábado Santilli tuvo que salir a despegarse de las declaraciones de su segunda candidata, la exvedette Karen Reinhardt, que había declarado que el kirchnerismo es una «enfermedad mental», No estoy de acuerdo, dijo Santilli. Es un desacople más en la campaña libertaria en la provincia más grande del país.