La economía argentina registra su cuarto mes consecutivo de contracción, con sectores clave como la industria y el comercio experimentando fuertes retrocesos. A pesar de las afirmaciones optimistas del gobierno, los datos muestran una realidad preocupante que desafía a la sociedad en general.
En febrero, la economía registró su cuarto mes consecutivo de contracción en comparación con el año anterior, marcando una caída interanual del 3,2%. Esta tendencia a la baja, evidenciada desde noviembre de 2023, se acentuó aún más en diciembre. Sectores clave como la industria y el comercio fueron los más afectados.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), un indicador anticipado del Producto Bruto Interno (PBI), refleja esta situación. En el primer bimestre del año, el EMAE mostró una caída del 3,6% en el nivel de actividad económica. Estos datos contrastan con las afirmaciones del presidente, Javier Milei, quien celebró un supuesto superávit fiscal en el primer trimestre y minimizó la inflación mensual del 11%, ignorando la realidad económica del país.
En febrero, quince de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera experimentaron una disminución interanual, destacándose la contracción del 8,4% en este sector. El comercio mayorista y minorista también sufrió una caída del 5,5%. La construcción, otro sector importante, registró una disminución del 19,1% interanual.
A pesar de las afirmaciones optimistas del presidente, la realidad económica presenta signos preocupantes. El deterioro en sectores como la intermediación financiera, con una caída del 12,1% interanual, y la construcción sugieren un panorama desafiante. Mientras tanto, la explotación de minas y canteras y el sector agrícola muestran cierto crecimiento, aunque insuficiente para compensar la contracción generalizada en otros sectores.
