El Ministerio de Economía ratificó que volverá a los mercados internacionales con bonos a cuatro años para cubrir los U$S 4200 millones que vencen el 9 de enero. La estrategia busca evitar un drenaje adicional de reservas y trasladar obligaciones hacia adelante.

El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó una nueva emisión de bonos en dólares con vencimiento en noviembre de 2029 y un cupón del 6,5%, una maniobra destinada a encarar los fuertes compromisos de comienzos de año. Lejos de tratarse de una apertura financiera celebratoria, la operación opera como una refinanciación de urgencia, en un contexto en el que el Tesoro no dispone de las divisas necesarias para honrar los pagos más próximos.
En el comunicado oficial, Economía explicó que el objetivo del lanzamiento es cubrir los vencimientos en dólares sin tensionar la hoja de balance del Banco Central, de modo que la acumulación de reservas no se vea erosionada. La cartera planteó que el Tesoro necesitaba “ampliar sus objetivos financieros” para evitar un deterioro mayor en las reservas netas, ya demasiado ajustadas luego de un año sin generación genuina de divisas.
La presión llega por el frente inmediato: el 9 de enero, el Estado debe desembolsar cerca de U$S 4200 millones en capital e intereses correspondientes a los bonos AL30 y AL29. En ausencia de dólares líquidos, avanzó la alternativa más previsible: endudar nuevamente al país para cancelar deuda previa, trasladando la carga hacia los próximos años. El comunicado incluso lo deja explícito al señalar que los fondos obtenidos se dirigirán a cancelar de manera parcial los títulos que vencen a comienzos de 2026.
La decisión confirma un patrón ya instalado en la gestión: la imposibilidad de encarar los compromisos externos con recursos propios mantiene al gobierno en un esquema de rueda de refinanciaciones, donde cada pago exige una nueva emisión. La operación de Caputo vuelve a extender el horizonte de obligaciones, aliviando el corto plazo pero reforzando la dependencia del endeudamiento externo.
En el mercado observan con atención si esta colocación inaugura un ciclo más amplio de emisiones en dólares o si se trata simplemente de un puente para superar el verano. Lo cierto es que, a falta de ingreso de divisas y con un Banco Central debilitado, el endeudamiento volvió a ocupar el centro de la estrategia económica.


