La carne acumuló un aumento superior al 50%. Desde el sector señalan que se ve ya una fuerte caída en el consumo, que ayudará a que los precios se retrotraigan.
La inflación de agosto cerró por encima de los dos dígitos, según las estimaciones de distintas consultoras privadas. La fuerte aceleración en la suba de precios minoristas se dio producto de diversos factores: por un lado, debido al impacto de la devaluación del dólar oficial; y por otro, en función del marcado incremento que tuvo la carne y su preponderancia en la canasta de alimentos
De hecho, se estima que el rubro alimentos también subió por encima del 10% en agosto y que las carnes le habrían aportado más de 3 puntos a la inflación general del mes. Es que, se estima, el promedio de distintos cortes registró un incremento superior al 50% en las últimas semanas. Un aumento que hizo que el consumo se retrajera considerablemente y que desde el sector anticipen una corrección “a la baja” en los próximos días.
Al respecto, un informe del IERAL de la Fundación Mediterránea destacó que para la tercera semana de agosto (promediando el valor de 18 cortes) se había registrado una variación de entre 55 y 60% en la carne desde el principio del mes. “Por efecto sustitución, es de esperar que las otras carnes y proteínas animales también hayan tenido aumentos significativos”, destacó el estudio.
“Respecto a su impacto en el presupuesto familiar, el gasto medio en proteínas animales ronda el 8% del gasto total (en el promedio, incluyendo las 3 carnes, chacinados, huevos, hamburguesas procesadas, etc.). Tomando este último porcentaje como referencia, y trabajando con un aumento de precios consumidor de este grupo de productos de entre el 40% y 50%, el aporte a la inflación de agosto podría estar en un rango de entre 3,2 y 4,0 puntos porcentuales”, detallaron.
“Si bien resta la última semana del mes (que definirá si se mantiene o no el salto de precios), es muy probable que en agosto 2023 se observe el mayor salto de precios (en términos reales) de la carne bovina de al menos los últimos 18 años (2005-2023) y por tanto el mayor aporte a la inflación de este producto en la medición de los organismos oficiales”, subrayaron desde IERAL.
Caída de consumo y proyecciones a la baja
Este fuerte aumento en los precios repercute de manera directa en el consumo de carne vacuna. Es por eso que se registra un descenso en las ventas y se pronostica una corrección a la baja en los precios.
“Los aumentos de casi el 70% en la hacienda hicieron que se trasladara a las carnicerías. Algo que se está retrotrayendo ahora, porque el carnicero no tiene venta, está realmente paralizada la venta en carnicerías”, señaló a Ámbito Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne (CICCRA), quien remarcó: “Sin duda, se va a retrotraer el consumo, algo que ya se observó de manera muy marcada. El consumo seguramente va a caer de los 52 kilos por habitante por año, que estuvo hasta el mes pasado, y volverá a los 47 kilos que veníamos consumiendo el año pasado”.
“Con lo cual, entre la semana pasada y esta, el precio del animal en pie bajó más de $100, llegó a costar $950 y hoy estamos entre los $800 y $850, de acuerdo a la categoría. Y por otro lado va a bajar el precio en la carnicería: lo que se llegó a pagar $3.500 de promedio, se va a pagar $3.100 o $3.200”, agregó Schiariti.
Al repasar los factores que incidieron en la suba de los precios de la hacienda en las últimas semanas, desde el IERAL remarcaron: “Entre las hipótesis se encuentran un posible desequilibrio por cuestiones estacionales entre la oferta y demanda de animales con destino exportación, la necesidad de recomponer márgenes en los feedlots (afectados por Dólar Maíz y otros factores), y un past through muy completo y rápido de la devaluación post PASO a los precios de la hacienda por retracción y/o menor disponibilidad de animales, entre otras”.
Otro de los factores que pueden “cooperar” para que los precios de la carne se contraigan en góndola, remarcaron, es que “los precios en dólares de la hacienda local han quedado bastante por encima de los valores de la región (Brasil, Paraguay, Uruguay), lo que limita la competitividad de los exportadores y pone cierto techo a los valores para las próximas semanas”.
FUENTE: Ámbito Financiero.