El verseo maquillado de Milei, el ‘‘lapsus corporal’’ hitleriano de Musk, el discurso de odio que empieza a reunir al arco opositor y la estafa de los precios dolarizados; por Martín Gambarotta.
Esta es la noticia: el lunes asumió el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El viejo aparato del Partido Demócrata estadounidense se despidió del poder advirtiendo que hay una nueva oligarquía en formación que pone en peligro la democracia. Los nuevos oligarcas globales estaban en primera fila en la asunción: son los popes de la red social X, Meta, Google, Amazon y Apple. ¿Hay que nombrarlos a todos? Tal vez sea conveniente nombrar a Elon Musk, el dueño de X y de la marca de autos eléctricos Tesla. Eso debería ser todo a no ser porque el presidente libertario argentino Javier Milei fue invitado a la toma de mando de Trump. Milei se considera amigo de Musk que de ahora en más será funcionario de la administración Trump, encabezando una agencia de desregulación del estado. Milei, que por alguna razón durante la ceremonia en Washington lucía sobremaquillado, es una sensación entre la nueva oligarquía global a fuerza de superávit fiscal y el despido de empleados públicos. Milei considera a Musk un ser “maravilloso” que tiene como misión salvar a la humanidad. Trump le prometió a Musk, dueño de la compañía de cohetes espaciales X, que los Estados Unidos plantará su bandera en el planeta Marte. “Ocupar Marte”, es el sueño de Musk. Pero ya hay roces con Musk y el presidente neo-republicano por los emprendimientos de Inteligencia Artificial que auspicia Trump con otros emprendedores tecnológicos.
A los nuevos oligarcas les encanta despedir personas. Hay que creerles a los demócratas. Mientras tanto, acá hay analistas de talento que se dedican a mofarse de la “gilada ricotera” y el kirchnerismo encuadrado en sitios bajo el lema “no todo es política”, y no. La política está muerta. Hay que esperar que Barack Obama la resucite. Ahora lo que hay es poder puro y duro. De hecho la controversia en los Estados Unidos es sobre la red social TikTok, que es controlada por una empresa China. TikTok es muy popular. Hace lo mismo que las otras redes sociales. La única diferencia es que es china y posiblemente tenga contactos con el Partido Comunista Chino.
Musk es el hombre más rico del mundo. El lunes se llevó casi tantas miradas como Trump. X era Twitter y, bajo la tutela Musk, la red permite la circulación de discursos de odio, noticias falsas, lo que sea. Muchas personas se están yendo de lo que era Twitter, hay un renombrado intelectual alfonsinista que declaró que de Twitter “lo sacan muerto”. No es para tanto, profesor. Hay otras maneras de conseguir gratificación instantánea. En el fondo, Musk quiere transformar a todos en peones de su proyecto oligárquico. De repente, Apple, Google, Meta y Amazon están en la misma. La saga de TikTok para que deje de ser china todavía no terminó.
Musk habló en un acto de festejo durante las ceremonias de toma de mando. Estaba en llamas. No podía controlar su cuerpo antes de decir unas palabras. Tiraba piñas al aire mientras saludaba al auditorio. En un momento, se tocó el pecho a la altura del corazón como para agradecer los gestos de afecto del público, y de inmediato extendió su brazo derecho en diagonal con la palma de la mano hacia el piso. Después giró para hacer el mismo gesto otra vez de inmediato. Fue un lapsus corporal hitleriano. No fueron dos saludos nazis, fueron dos saludos casi nazis que le brotaron instintivamente. Nada se puede igualar a los nazis, pero hubo un debate sobre la naturaleza del saludo de Musk.
Milei sintió que debía ir al rescate de su “amigo” y dijo en las redes sociales: nazi las pelotas. Después dijo: “zurdos hijos de puta” para agregar que “los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad”. No es un discurso fascista, es casi fascista. Está muy al límite. Algunos opositores están elevando el tono de sus intervenciones. Esto incluye al activista católico Juan Grabois que llamó a la conformación de un gran “frente antifascista”. El exjefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta, técnicamente todavía del PRO, a su vez condenó el lenguaje violento de Milei sin contratacar con el mismo tono. En las redes sociales la oposición para los libertarios es el “Foro de Vagos”, para Grabois el presidente es el “Forro de Davos”, y así.
Cazar comunistas era un deporte en la Italia fascista del siglo pasado, hasta que los partisanos se armaron. A propósito de Italia, otra de las invitadas fue la Presidenta del Consejo de Ministros de Italia, la señora derechista Giorgia Meloni.
Milei y Musk se tiran flores en X: “Amo a Javier Milei”, escribió Musk antes de la asunción. El presidente argentino está envalentonado. ¿Quién tiene tiempo para preocuparse por lo que dice un magnate ordinario como el expresidente Mauricio Macri, líder del partido de centroderecha PRO, cuando el hombre más rico del mundo te ama?
Milei se reunió con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) en lo que se entiende es el inicio de conversaciones para lograr un nuevo acuerdo. De hecho, el ministro de Economía Luis Caputo se reunió con una misión del Fondo en Buenos Aires.
De Washington, Milei se fue a Davos para participar en el Foro Económico Mundial. Davos fue ideado como un foro por los poderosos del mundo para pulir un capitalismo sofisticado y sensible. Son oídos acostumbrados a escuchar los discursos coherentes de demócratas tipo Angela Merkel. Ahora Davos se tiene que acostumbrar a que las cinco tecnológicas se cuadraron ante Trump y escuchar discursos extremistas.
Milei usó la tribuna de Davos para soltar una diatriba en contra de los capitalistas sensibles. Nombró seis aliados en su batalla mundial: Musk, Trump, Meloni, el presidente de El Salvador, el presidente neofascista de Hungría, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Netanyahu salió en defensa de Musk declarando que era un claro amigo de Israel y no tenía nada de nazi.
Fue un lapsus corporal hitleriano. No fueron dos saludos nazis, fueron dos saludos casi nazis que le brotaron instintivamente. Nada se puede igualar a los nazis, pero hubo un debate sobre la naturaleza del saludo de Musk.
No está claro qué lugar le tiene guardado la historia al discurso de Milei en Davos. No hubo muchos aplausos y algunos arquearon sus cejas. Fue un discurso leído donde Milei lanzó chascos verbales: la ideología “woke” es una enfermedad mental, un cáncer que hay que extirpar. Gracias al presidente ahora hay que soportar el uso de la palabra “woke”, que básicamente significa progresismo, en Argentina. El discurso del presidente libertario también fue una especie de oda a Trump. Hay que escribir “nuevos versos”, dijo Milei. De paso, tiró ideas que en el mundo hasta hace poco no se usaban: tildó a los homosexuales de abusadores de menores y arremetió contra los derechos de las mujeres. Como para dar una idea del tono, dijo: no se quejan de que todos los plomeros son hombres. Todos los hombres son mortales. Todos los plomeros son hombres, algo así.
El que trató de explicar las declaraciones fue el Jefe de Gabinete Guillermo Francos: la homosexualidad es aceptable en privado y Milei quiere perseguir “zurdos” para debatir, dijo.
Argentina es el país de los eufemismos y soportó una de las dictaduras más sangrientas del siglo XX. ¿Pruebas? Las Abuelas de Plaza de Mayo acaban de identificar el nieto recuperado número 139.
Trump dijo muchas cosas y firmó muchas órdenes ejecutivas, entre ellas indultos para los que participaron en la revuelta en el Capitolio el 6 de enero de 2021 y activistas anti-aborto. Además, pasó un decreto para anular el derecho de ciudadanía por nacimiento (ahora congelado por un amparo). Trump también dijo cosas de interés para la región: advirtió que no le comprará petróleo a la Venezuela bolivariana, y que los Estados Unidos no necesita de América Latina. “Ellos nos necesitan a nosotros”, dijo. Inició las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales.
La política proteccionista de Trump, con aranceles de importación, no tiene nada que ver con lo que pregona Milei. Pero tienen cosas en común. Trump dijo que hay únicamente dos géneros: hombre y mujer. Milei le dijo a Davos que la figura legal de femicidio es una aberración porque atenta contra la noción de igualdad ante la ley. El Gobierno también quiere eliminar el documento nacional de identidad binario y el cupo laboral trans. Ya hay grupos que están llamando a manifestaciones en contra de estas medidas.
El presidente argentino además amaga con emular a Trump en retirarse de la Organización Mundial de la Salud y el Acuerdo de París sobre el clima. Milei insistió en una entrevista que quiere un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos y que está dispuesto a dejar el Mercosur para lograrlo en última instancia.
Milei juega fuerte en el tablero mundial, pero no dejan de pasar cosas a nivel nacional. Los gobernadores aliados de Córdoba (peronista no kirchnerista), Entre Ríos (PRO) y Santa Fe (radical) habían aumentado la presión para que el Gobierno baje las retenciones al campo; lo estaban corriendo a Milei por derecha. La respuesta del Gobierno fue el anuncio sumario por parte de Caputo de una baja de las retenciones de 2-7 puntos hasta junio y la eliminación de las retenciones para las economías regionales.
Así el Gobierno trata de ganar la tapa de los diarios y la batalla en las redes sociales con un anuncio que es provisorio. Los tres gobernadores y Macri felicitaron a Milei, pero a la vez maniobraron como para adjudicarse la baja. Las entidades rurales celebraron la medida y apuestan a que el Gobierno va a mantener la decisión más allá de junio. “No debe ser transitoria”; dijo la Mesa de Enlace de entidades rurales que tiene una reunión agendada con Caputo. La industria pesquera se quejó porque se quedó afuera de la reducción del impuesto.
La respuesta de la administración Milei fue atacar a los tres gobernadores que se supone son aliados estratégicos. Caputo insistió con su idea de que los gobernadores y los intendentes tienen que bajar impuestos locales y tasas municipales. Caputo está al borde de un hostigamiento a sus colegas provinciales y municipales, que es propio de un gerente acostumbrado a que le hagan caso, pero Argentina es un país federal y tiene una Constitución. Estos gobernadores firmaron el llamado Pacto de Mayo con Milei a principios del año pasado en Tucumán, un gesto teatral que quedó en nada.
La turbulencia también llega al Senado: el viernes renunció Claudia Rucci (hija del sindicalista asesinado en 1973) como directora de un observatorio de derechos humanos en el Senado. Rucci, que milita en la derecha peronista, fue nombrada por la vicepresidenta Victoria Villarruel, una ultranacionalista que rompió relaciones con el presidente. Rucci lideraba el reclamo por indemnizaciones para las víctimas de las organizaciones armadas de izquierda en los 70.
El impulso por despedir funcionarios de la administración Milei no tiene fin. El viernes echaron al Procurador General del Tesoro Rodolfo Barra, otro peronista de derecha con pasado fascista, porque su oficina avaló con un dictamen el reclamo de una empleada del Ministerio de Justicia a la que le bajaron el sueldo.
Caputo mientras tanto está a cargo de las negociaciones con la misión del FMI. Por las dudas, el ministro dijo que la eliminación de los controles de capital, el cepo cambiario “no tiene fecha”. El FMI ya destacó el “apoyo popular” a los recortes de Milei, pero para los liberales clásicos levantar los controles de capitales es una cuenta pendiente importante. La vieja escuela agrega: el peso está sobrevalorado. Es posible que Caputo intente demorar la salida del cepo hasta después de las elecciones, aunque está bajo una presión que no necesariamente pueda soportar.
Caputo le respondió al campo a medias, pero los libertarios festejan la medida como si fuera una promesa de campaña cumplida.
Ahora lo que están creciendo son los reclamos salariales. Camioneros y metalúrgicos cerraron una paritaria moderada sin sobresaltos, pero La Fraternidad anunció un paro de trenes para este martes. A los reclamos se suman los aceiteros y hubo conflictos en la paritaria de salud. Los números salariales no cierran. La cuenta es fácil: se proyecta una inflación anual del 25% (meta ambiciosa) y el Gobierno quiere aumentos salariales del orden del 12% anual (1% por mes). Así los salarios estarían perdiendo contra la inflación. Las demandas por paritarias más justas le puede estallar en la cara durante la campaña electoral si la presión de las bases hace que los dirigentes sindicales reaccionen.
El potencial conflicto aparece en un momento en que la población sufre la inflación en dólares. Caputo ahora permite que los comercios exhiban los precios en dólares y que se hagan transacciones bancarias de pago en la misma moneda. Pero, ¿quién quiere saber el precio delirante en dólares de un alfajor? Es la mejor prueba de que se puede estar ante una estafa que puede terminar mal. Argentina ahora es uno de los países más caros del mundo.
Para cerrar, este es un llamado a los tuiteros estrella: abandonen esa red social, es hora de ponerse el uniforme para combatir a la nueva oligarquía mundial. No esperen likes.