Literatura.
Desde hace una década, el poeta santafecino Daniel Rafalovich sostiene incansablemente la página de Facebook Meta Poesía, con actualizaciones diarias de poesía argentina contemporánea. La presente selección de sus poemas, que abre con un inédito, deja intuir cierta mirada, cierta atención a los matices, además de la confianza del autor en la lírica, en que el lenguaje poético puede captar la intimidad frágil de un momento en el que algo trascendente se juega en lo no dicho, mientras alguien mira por la ventana el movimiento de los pájaros.
"Me divorcié" –dijo– "hace unos meses. Y hay un conflicto. Por los chicos. Tuve que mudarme a casa de mamá. Y dejé la carrera. No podía. Me convertí al budismo tibetano y así sigo adelante. ¿Quisieras que te invite a una reunión?" "No" –contesté– "por ahora no. Te lo agradezco. Pero contame, por favor ¿qué es de tu vida?" (Estábamos sentados en el patio bebiendo limonada helada. El sol comenzaba a caer y dos benteveos se llamaban y se perseguían de rama en rama) *** MELODRAMA "Una mujer de blanco rocío tendida sobre un manto marroquí con perlas desmembradas en sus ojos epigrama irresuelto poesía del aire" Corren parejos en sus sienes el decoro victoriano la desdicha el desparpajo. Deja sus huellas marcadas en todo sillón carmesí en invencibles campos con su boca de primaveras larvales. Muchos miedos enarcaron sus cejas mucha derrota definitiva para tan pocos años. Debe alimentar a un hijo inexistente debe beber a horcajadas cada gota debe irradiarse (hiedra o virus) a cada cuerpo próximo. Debe molestar a los dioses insomnes con sus ayes, sus relatos, sus comedias. Debe mudarse cada hora a una casa más lejana. *** LEWIS CARROLL Su ojo acechaba en las corolas, en los peldaños que el rocío barnizaba. Su oquedad, su virtual transparencia, empañaba con aromas residuales la estación de las lluvias. Adormidera. ¡Ah! y en esa mansión serena, azulejada, trepaban por los rincones las arañas de sus manos. Alquimia sacramental, de un rincón a otro deambulaban los conserjes cómplices catando los refrescos ambarinos. Y los ángeles de yeso en los ángulos internos dejaban caer sus suspiros inaudibles. En ese deleite impávido dormía el predicador, el matemático. Hasta que pasaron patinando por el parque sus pasados. Entonces, aquella niña imperturbable saltó a la eternidad. Un parpadeo. *** Busco, siempre, la tibieza, La esperanza. No de fortunas no de glorias marchitas. La tibieza del pan recién horneado. La esperanza de una golondrina terminando agosto *** Es la hora en que los pájaros buscan otro cielo, en las antípodas. No hay música en el aire. Domina la atmósfera un silencio tenue. La carga eléctrica de las nubes parece encontrar polos de atracción aquí en la Tierra. Y vos mirás sin ver sin ver como de costumbre hacia algún punto fijo de la ventana abierta.
Daniel Rafalovich nació en Santa Fe. Han aparecido poemas suyos en diversas revistas, libros y periódicos “subterráneos” durante los años ’70 y ’80. También en diarios locales, en la revista Crisis (segunda época) y en dos antologías poéticas que publicó la UNL. Escribió los textos de una obra músico-teatral representada por el grupo “Banda de Más Caras Sueltas” en el Centro Cultural Provincial. Condujo entre 1987 y 1989 el programa Ciudad Gótica en Radio Nacional Santa Fe y participó en el programa El juego de las palabras en Radio Cultura. Desde 2014, lleva adelante la página de Facebook Meta Poesía [link], una selección de poetas contemporáneos. Dos poemas y ‘70, dos libros artesanales, han salido por Ediciones Arroyo.