El obispado de Zárate-Campana decidió apartar al sacerdote Javier Olivera Ravasi, quien organizó una reunión entre diputados de La Libertad Avanza y represores detenidos por delitos de lesa humanidad. La decisión responde a numerosas quejas sobre su conducta y falta de alineación con los valores cristianos. Esta medida también refleja una postura firme de la Conferencia Episcopal Argentina frente a comportamientos considerados incompatibles con la ética eclesiástica.
El sacerdote Javier Olivera Ravasi, quien organizó una reunión entre diputados de La Libertad Avanza y represores detenidos por delitos de lesa humanidad, apartó por el obispado de Zárate-Campana. El obispado anunció que no renovará su permiso para residir ni realizar actividades pastorales en la región debido a numerosas quejas sobre su conducta, que se considera incompatible con el testimonio cristiano. Olivera Ravasi había solicitado residir en esta diócesis por razones familiares, pero tras varios retornos sin aviso y comportamientos inapropiados, se le retiró la autorización para residir en el lugar.
El presidente y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea y Marcelo Colombo, declararon que el sacerdote no representa el pensamiento ni la acción de la Iglesia Católica. En un encuentro reciente con organizaciones de derechos humanos, afirmaron que Olivera Ravasi no está alineado con los valores de la Iglesia ni de la Conferencia Episcopal.
En el ámbito político, la visita de diputados de La Libertad Avanza a represores en Ezeiza sigue generando controversia. La diputada Rocío Bonacci, que participó en la visita, sorprendió al votar a favor de formar una comisión investigadora, a pesar de que su bloque rechazó la iniciativa. Bonacci justificó su decisión diciendo que no tenía nada que ocultar, mientras que sus colegas Lourdes Arrieta y otros miembros del bloque tomaron distancia del proyecto de amnistía impulsado por Beltrán Benedit, el organizador de la visita.