Luego de solicitar información sobre las reservas de oro del Banco Central, el Bainbridge Fund podría intentar embargar esos activos, aprovechando la falta de independencia entre el BCRA y el Tesoro Nacional bajo el gobierno de Javier Milei.
El mismo fondo buitre que recientemente propuso que Argentina entregue su participación accionaria en YPF como garantía de pago de la deuda con el Tesoro Nacional, presentó ahora un recurso judicial denominado discovery ante un tribunal de Nueva York. Este recurso solicita al Banco Central que informe sobre el volumen y valor del oro en sus reservas internacionales, así como sobre el destino físico de este oro tras ser retirado del país. El Bainbridge Fund llevó este pedido ante la jueza Loretta Preska, del Distrito Sur de Manhattan, lo que puede interpretarse como un paso previo para solicitar el embargo de esos activos.
El fundamento legal del caso podría carecer de validez si se considera que el Banco Central, que posee el oro, y el Tesoro Nacional, responsable de la deuda, son entidades independientes. Sin embargo, la falta de responsabilidad mostrada en los últimos meses por el ministro Luis Caputo y el presidente Javier Milei respecto al papel del Banco Central ha erosionado su independencia, colocándolo en un papel subordinado a la política del Ejecutivo. Además, la conexión profesional y económica entre Santiago Bausili, presidente del BCRA, y Luis Caputo podría perjudicar los intereses de Argentina en la protección de sus activos frente a un posible embargo.
Bainbridge solicitó a la jueza Preska que obligue al país a detallar sus tenencias de oro y su lugar de custodia. Este fondo es acreedor de títulos públicos en default desde fines de 2001, que no participaron en los canjes posteriores. Abrieron un juicio contra Argentina en 2016 y, hasta ahora, tienen un fallo a su favor por 95 millones de dólares más intereses.
Un fallo anterior de la jueza Preska habilitó el recurso de discovery, permitiendo la identificación de activos del deudor para un eventual embargo si la deuda no se salda.
Históricamente, Argentina defendió la independencia del Banco Central frente al Tesoro Nacional, un principio que se consolidó en 2015, cuando el país ganó un juicio contra el fondo Elliot, reconociendo esta separación. Sin embargo, tanto durante el gobierno de Macri como en la administración de Milei, la postura de los funcionarios debilitó la defensa del Estado y fortalecido las alegaciones de los fondos buitres.
El nuevo ímpetu del fondo Bainbridge surge tras el traslado de oro de las reservas al exterior en cinco envíos, con un valor estimado de entre 1.400 y 1.500 millones de dólares. Aunque se indicó que el destino inicial fue Londres, se cree que podría haber sido sólo una escala hacia Suiza, específicamente al Banco de Pagos Internacionales en Basilea.
Una fuente bien informada advirtió que si parte del oro se quedó en Londres, el riesgo de embargo es considerable, citando precedentes de embargos de fondos oficiales de otros países. El fondo buitre argumentará la teoría del “alter ego”, sosteniendo que, al ser el BCRA una extensión de la política del Tesoro Nacional, tiene derecho a embargar reservas para forzar el pago de la deuda.
Aunque el fallo de 2015 contra el fondo Elliot podría servir como defensa, las constantes declaraciones de Milei y Caputo, que consideran al BCRA como una subsecretaría bajo su mando, socavan esta defensa. Caputo, en particular, justificó la “conveniencia” de trasladar reservas al exterior e insinuó el uso de oro como garantía para un préstamo que ayudaría a cubrir vencimientos de la deuda.
El gobierno de Milei continúa esperando el respaldo del crédito externo, pero por ahora sólo recibe complicaciones.