Lisandro Catalán fue designado ministro del Interior como gesto político tras la derrota electoral; los gobernadores reclaman que tenga poder real y ponen el Presupuesto y los ATN como pruebas clave.
El Gobierno resolvió reflotar el Ministerio de Interior y nombró a Lisandro Catalán como nuevo titular de la cartera. La decisión busca enviar una señal de apertura a los gobernadores luego de la derrota electoral en Buenos Aires y en medio de negociaciones complejas por Presupuesto y financiamiento universitario.
El anuncio lo hizo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tras un encuentro con Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. Según Francos, la medida responde a la necesidad de “profundizar los vínculos con las provincias” en la etapa de reformas estructurales que impulsa la gestión libertaria.
La designación fue confirmada por el propio Milei en X, al dar por conformada la “mesa federal”. En paralelo, el Ejecutivo sostiene una agenda intensa de reuniones con ministros, dirigentes del PRO y gobernadores, como parte de una estrategia de relanzamiento político tras los reveses de las últimas semanas.
En la Casa Rosada reconocen que Catalán ya ejercía funciones informales de ministro, pero remarcan que su oficialización representa un gesto institucional: “no es lo mismo reunirse con un vicejefe que con un ministro con firma”, señalaron fuentes oficiales.
De todos modos, los gobernadores provinciales muestran cautela y escaso entusiasmo. Reclaman que Catalán tenga “poder de decisión real” y marcan como primer test el debate por el Presupuesto 2026. Además, advierten que esperan un gesto político claro: que Milei no vete la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), considerada central para la distribución de recursos en los distritos.
