El Senado aprobó anoche la Ley Bases tras una votación empatada en 36-36 que definió la vicepresidenta Victoria Villarruel. El gobierno de Javier Milei tuvo que introducir numerosas modificaciones al texto original para asegurar su aprobación. La votación se dio en medio de intensas protestas y represión en los alrededores del Congreso.
En una sesión marcada por la tensión y los ajustes de último momento, el Senado aprobó anoche la Ley Bases tras una votación empatada en 36, que fue decidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel. Para lograr esta sanción, el gobierno de Javier Milei tuvo que introducir numerosas modificaciones al texto original proveniente de la Cámara de Diputados, la cual ahora deberá ratificar estos cambios.
La jornada parlamentaria estuvo llena de intensos debates y negociaciones. El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, anunció antes de los discursos de cierre un cambio significativo al régimen de inversiones RIGI, uno de los capítulos más controvertidos del proyecto, que quedó limitado a algunas actividades determinadas. Este anuncio se sumó a otros ajustes previamente pactados con bloques dialoguistas.
La votación reflejó una clara división. En contra votaron los 33 senadores de Unión por la Patria, los dos senadores de Santa Cruz, y el radical Martín Lousteau, quien había presentado un proyecto alternativo. A favor votaron todos los demás senadores, incluyendo a la neuquina Lucila Crexell, recientemente designada embajadora en la Unesco por el Ejecutivo, cuyo voto fue crucial.
Villarruel, quien no es senadora, tomó la palabra antes de emitir su voto desempate, destacando la polarización en el país entre una “Argentina violenta” y la “Argentina de los trabajadores”. Su discurso, aunque fuera del protocolo, marcó el tono de la votación.
Desde la noche previa a la sesión, la Plaza de los Dos Congresos había sido escenario de manifestaciones en contra de la Ley Bases. La protesta, que inicialmente se desarrolló pacíficamente, escaló en violencia tras la intervención de las fuerzas de seguridad, resultando en numerosos heridos y detenidos, incluyendo diputados de Unión por la Patria.
Dentro del recinto, la situación en las calles generó tensiones adicionales. El bloque de Unión por la Patria solicitó un cuarto intermedio para investigar la represión, pero Villarruel se opuso, manteniendo la sesión en curso. Los senadores opositores salieron a verificar la situación y confirmaron que la violencia y el uso de gases lacrimógenos persistían.
La votación en general resultó en un empate, resuelto por el voto de Villarruel. Durante la votación en particular, los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, quienes habían anunciado su rechazo al proyecto, se ausentaron misteriosamente, dejando nuevamente la decisión a Villarruel.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, celebró la aprobación en redes sociales, destacando la ley como un paso importante hacia la inversión y el crecimiento económico. A diferencia de intentos previos de legislación, esta vez el Ejecutivo optó por una estrategia de concesiones y ajustes para asegurar cada voto necesario.
La aprobación de la Ley Bases marca un hito en la agenda legislativa del gobierno de Milei, aunque en medio de un clima de alta polarización y controversia. Ahora, la Cámara de Diputados deberá ratificar las modificaciones realizadas en el Senado para que la ley entre en vigor.
