A los 98 años, dejó un legado de lucha por la memoria, verdad y justicia tras la desaparición de sus hijos durante la dictadura. Su testimonio se hizo conocido tras una entrevista para la televisión holandesa durante el Mundial 78: «El Ejército lo ha hecho», denunció.
Enriqueta Rodríguez de Maroni, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora entre 2022 y 2024, murió ayer a los 98 años. Su historia quedó marcada por su incansable militancia para esclarecer la desaparición de sus hijos María Beatriz y Juan Patricio, secuestrados en 1977 durante la última dictadura cívico-militar.
Su testimonio trascendió cuando fue entrevistada por la televisión holandesa durante una marcha frente a la Casa Rosada en el Mundial de 1978, donde denunció la responsabilidad del Ejército en la desaparición de sus hijos, María Beatriz, de 23 años, y Juan Patricio, de 21, que fueron secuestrados el 5 de abril de 1977. A lo largo de los años, continuó la lucha junto a su familia y organizaciones de derechos humanos.
Además de su activismo por mantener viva la memoria del genocidio y exigir verdad y justicia, Enriqueta fue docente en el barrio Cildañez (ex «Villa 6») en el sur de la Ciudad Buenos Aires y colaboró en la creación de la Tecnicatura de Música Popular de Madres, en el ECuNHi (Espacio Cultural Nuestros Hijos), en la Ex-Esma. Allí, dejó en claro su militancia por la la educación y la cultura como parte de su compromiso social.
Hasta su último día, reafirmó su reclamo por la verdad: “Tenemos todo el derecho del mundo a saber qué ha sido de nuestros seres queridos”, expresó en una carta. Su legado sigue siendo un llamado permanente a la memoria y la justicia en Argentina.
