Ante miles de personas, el cura en Opción por los Pobres cerró la protesta que había comenzado el Día de la Memoria. Las críticas a la Justicia y contra la proscripción a Cristina Kirchner.
“Acá tienen que terminar nuestras marchas, contra el partido judicial que está presente en toda América en contra de los gobiernos populares: en Honduras, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil y en Argentina donde quisieron asesinar a nuestra vicepresidenta, y dos veces presidenta (Cristina Kirchner)”, sentenció el padre Paco Olveira, de Curas en Opción por los Pobres, al iniciar el acto con el que cerró este viernes, el ayuno de siete días que concretó en las veredas del Palacio de Justicia. Un ayuno iniciado el viernes 24 de marzo, luego de la convocatoria a Plaza de Mayo. Lo escuchaban, atentos y conmovidos, vecinos de la ciudad de Buenos Aires, junto a militantes de organizaciones políticas, sociales y gremiales, y a Veteranos de Malvinas, quienes se sumaron a acompañar en su patriada, al “padre Paco”.
“Gracias padre”, “nos da orgullo padre Paco”, “no estamos solos”, se escuchaba a su alrededor. Allí, en la plaza de Tribunales, bajo la consigna “Democracia sin mafia judicial”, y ante unas cinco mil personas, Paco Olveira explicó: “Como curas, quisimos aportar nuestro granito de arena, y siguiendo las palabras de Hebe (Bonafini) que dijo: ‘hay que hacer una puebladas para echar a estos jueces de mierda’, seguimos a Les Jóvenes que escucharon ese grito, y decidieron terminar acá el 24″ sostuvo el sacerdote, al cierre de una jornada que incluyó una conferencia de prensa y un festival de musica por la tarde.
“Y quizá, con esto hemos aprendido de una oportunidad histórica, desde el momento en que las columnas desde la Plaza de Mayo terminamos acá”, refirió, de gorra blanca, antes de investir su atuendo clerical. Mientras, al grito de “se va a acabar la dictadura judicial” el atardecer le devolvía a la plaza de Tribunales, su dignidad. Quizá, la más valiosa: “la que viene del pueblo, de la gente”, explicaba una mujer a otra, mientras agitaba una bandera argentina, pequeña en tamaño, gigante en su representación.
Poco antes, Ignacio Copani, Luciana Juri, el dúo la Tranquera, o artistas del stand up político y musical como Rudy y Alejandro Sanz, habían acompañado a quienes llegaban, poco a poco, para escuchar la misa con la que Olveira terminaría el emblemático ayuno que movilizó a quienes llegaban tanto de los barrios populares como desde el centro de la ciudad. Y logró hacer, de una idea, una acción. Y sumar, cada día más fuerza y más acompañamiento, hasta llegar este jueves, al cuarto piso del Palacio de Justicia para entregar una carta que pidió la renuncia de “los cuatro supremos”, sentenció Olveira.
“No teníamos ningún cálculo político, la primera misa –el sábado 25–, fue en una esquina, pero aprendemos de los pobres”, explicó. “Y los pobres, donde tienen un poquito de tierra se quedan y buscan criar ahí a sus hijos, porque saben que tienen derechos”. Así contó que “al otro día cantamos en las veredas, y a la tercera noche empezamos a voltear al Palacio de Justicia porque éramos muchos y muchas”. La vuelta, a modo de abrazo al edificio, fue otro avance motorizado por su coraje y la valentía de quienes lo acompañaron en esta patriada.
Así los definió el joven que desde el micro instalado en los techos de un micro, y en representación de la agrupación Les Jóvenes, precedió con sus palabras la última celebración religiosa del ayuno: “Cuando uno no puede, siempre viene otro compañero que ayuda, y dice ‘vamos’, siempre aparece alguien. Acá aparecieron cinco patriotas que pusieron el cuerpo por los derechos de los pobres y para que se vayan los supremos”.
Estos patriotas son los curas Miguel “Pancho” Vello y Rodolfo “Fito” Viano, que decidieron acompañar a Olveira desde el inicio. Carolina Amejeira y Susana Traversi, integrantes de organismos de Derechos Humanos, quienes, junto a otros voluntarios y militantes, se fueron acercando en estos días, como los Veteranos de Malvinas. O cómo Gladys Ponce, trabajadora judicial que inició el ayuno el miércoles.
Les Jóvenes habían llegado allí desde “la Plaza del 24”. Vinieron “con las madres, con el gobernador (Axel Kicillof)”, con la columna de la agrupación La Patria es el Otro. “Y en un ejemplo de acción colectiva –sostuvo el joven en su discurso–, aquí, esta semana floreció la rebeldía, el coraje, florecieron mil Hebes, que desde el cielo nos marca el camino”. Recordó el momento en que se entregó la carta a la Corte. Fue allí cuando se recuperó la convicción de vida del sacerdote Carlos Mujica. “Él dijo: ‘No tenemos miedo, vamos a crecer’. Y eso hicimos”, enfatizó.
Entre quienes participaban del acto se encontraba Ricardo Capeli, quien fue seminarista y acompañó a Mujica, y hoy acompaña a Olveira. El diputado y dirigente de la CTA, Hugo Yasky. Eduardo Tavani, de la APDH. Y entre otros referentes políticos y culturales, la artista plástica Mónica Corrales, muralista, quien ya tiene preparadas “dos Vírgenes de Guadalupe” para colocar en Pontevedra, tierras del “padre Pancho”, y en Merlo, en Libertad, “el barrio de Paco”, parroquias que integran el obispado de Merlo-Moreno.
Luego de pedir que bajen las banderas, para iniciar el oficio religioso, Olveira explico: “Comenzamos pocos, pero ayer (jueves) ya éramos tantos que decidimos tomar el Palacio de Tribunales para que vuelva a ser del pueblo, y también de Tehuel (De la Torre)” agregó. Y declamó: “Seguimos esperando que aparezca con vida, entre nosotros”, el joven desaparecido en marzo de 2021. Celebró que “en Tucumán estén acompañando la vigilia”. Y que en la provincia de Buenos Aires se planifiquen acciones que le den continuidad al reclamo, “contra la proscripción de Cristina Kirchner y por la dignidad de nuestro pueblo”.
Eran las siete de la tarde cuando el sacerdote inició el acto clausura de los siete días de ayuno. Luego del cual, se inició la misa. O la celebración plural, como la llamó Olveira, “porque estamos por nuestra fe, pero nos une una patria de hermanos y hermanas”. Y pidió que el inicio de esa confraternidad fuera entonando a viva voz, el himno nacional.
FUENTE: Página 12.