La estrategia de Karina Milei para ratificar la versión original del Paquete Fiscal y la Ley Bases. Martín Menem y Guillermo Francos lideran negociaciones con la oposición para evitar modificaciones, mientras la vicepresidenta Victoria Villarruel advierte sobre posibles represalias legislativas.
Los movimientos iniciados por Karina Milei el 9 de mayo, durante el segundo paro nacional de las centrales sindicales contra su hermano, comenzaron a consolidarse un mes después, en el despacho de uno de sus aliados más cercanos. Este jueves, a menos de 24 horas de la aprobación en el Senado de la Ley Bases y del Paquete Fiscal, el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, convocó en su despacho al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y a los líderes de los bloques de la oposición dialoguista, para que rechacen los cambios introducidos en la Cámara Alta y ratifiquen los textos originales aprobados el 30 de abril.
La Ley Bases y el Paquete Fiscal empezaron su recorrido legislativo en Diputados, pero sufrieron modificaciones en el Senado, resultando en “la ley posible”, una versión quizás distante de los deseos iniciales del Ejecutivo, pero preferible a un fracaso total. Las dos leyes aprobadas en el Senado deben volver a Diputados, donde sus integrantes podrán aceptar las modificaciones o rechazarlas por mayoría simple, salvo que los cambios del Senado sean aprobados por dos tercios, un número que el oficialismo no alcanza. No obstante, el Régimen de Regularización de Activos, aprobado por unanimidad en el Senado, no podrá ser modificado.
“Si ustedes quieren insistir, adelante”, dijo Francos a los legisladores que se reunieron para escuchar sus definiciones. Quisieron saber si el Gobierno asumió compromisos políticos con gobernadores y senadores para lograr la aprobación en la Cámara Alta, alcanzada tras complejas negociaciones que incluyeron la sustitución del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por Francos, quien aceptó modificaciones para evitar un estancamiento legislativo en el Senado.
“Nosotros les preguntamos si había algunas modificaciones que debíamos preservar, pero nos dijeron que avancemos con insistir en la versión que aprobamos”, relató uno de los asistentes a la reunión, que incluyó a Cristian Ritondo, Silvia Lospenatto, y Silvana Giudice (PRO), junto a Rodrigo De Loredo (UCR), Juan Manuel López (Coalición Cívica), Miguel Pichetto y Juan Brugge (Hacemos Coalición Federal), Pamela Calleti (Innovación Federal) y Carolina Píparo (Buenos Aires Libre). Del bloque oficialista participaron Nicolás Mayoraz, Gabriel Bornoroni, Santiago Santurio y Eduardo “Lule” Menem, primo del presidente de la Cámara Baja.
Francos dijo que el Gobierno quiere insistir con la versión original del paquete fiscal, debido a dos votaciones adversas: la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias fue rechazada por 41 votos contra 36, y las modificaciones al Impuesto a los Bienes Personales fueron rechazadas por 37 votos contra 35. El objetivo es ratificar estos artículos para desconocer los cambios del Senado. El Gobierno también espera que las modificaciones en el paquete de privatizaciones sean revertidas.
“No queremos anular todo lo que venga del Senado, pero buscamos una síntesis”, dijo un funcionario para evitar tensiones con la Cámara Alta. En el entorno de la vicepresidenta Victoria Villarruel advirtieron que no votarán más leyes si sus modificaciones son descartadas.
El bloque del PRO anticipó fechas tentativas para tratar el tema: “El martes 25 los plenarios de comisiones, y el jueves 27 sería la sesión para darle un punto final”. Ritondo confirmó que apoyarán las modificaciones acordadas, pero insistirán en la redacción original de temas como ganancias, bienes personales y RIGI.
Las votaciones del miércoles en el Senado mostraron las arduas negociaciones previas. Villarruel tuvo que desempatar en tres ocasiones, y el oficialismo hizo concesiones de último momento, como retirar la anulación de la moratoria jubilatoria y excluir a Aerolíneas Argentinas, el Correo y Radio y Televisión Argentina del paquete de privatizaciones.
La aprobación en el Senado incluyó más de 40 cambios que ahora serán revisados por Diputados. Aún no se ha enviado la versión final desde la Cámara Alta, ya que están revisando las versiones taquigráficas para plasmar las correcciones.
La reunión de este jueves buscó anticiparse y aplicar la estrategia cocinada en el despacho de la secretaria General de la Presidencia desde el 9 de mayo. Esa reunión, que incluyó a Martín Menem y líderes del PRO y La Libertad Avanza, analizó la posibilidad de desconocer eventuales cambios negociados en el Senado, aumentando la tensión entre los hermanos Milei y Villarruel.
La semana pasada, el vicejefe de Gabinete José Rolandi tuvo otra reunión con líderes de bloques dialoguistas en Diputados, similar a la protagonizada por Francos, revisando las mayorías obtenidas. Pichetto estuvo en la Casa Rosada con Francos antes de la reunión en el despacho de Menem.
En el Senado, Villarruel ganó legitimidad con sus desempates. El plan de Karina Milei para volver a la versión original sigue en marcha. “Si lo hacen, que se hagan cargo, porque lo único que va a pasar por este recinto será el pliego de Lijo para la Corte y después no se mueve más nada”, advirtieron cerca de Villarruel. Francos busca evitar un empeoramiento de la relación, mientras sus colaboradores hablan de una síntesis, aunque en Diputados buscan ratificar todas las versiones originales posibles.
