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INTA CREÓ HERRAMIENTA PARA GARANTIZAR LA CALIDAD DE LA CARNE

Esta metodología desarrollada del INTA puede identificar las especies cárnicas de materias primas y los productos procesados para garantizar su autenticidad.

El área de Alimentos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), cuya sede se encuentra en la localidad de William Morris, al norte del partido de Hurlingham, desarrolló en los últimos días una novedosa metodología molecular que busca detectar los indicadores de calidad vinculados a la manipulación de la comida y la exigencia de contar con información clara sobre su composición.

Se trata de una herramienta que permite identificar las especies cárnicas (bovinas, porcinas, aviares y equinas) de las materias primas y de los productos procesados para garantizar su autenticidad, en línea con una de las principales preocupaciones de los consumidores como es la de saber qué es lo que ingieren y cómo se trató en su camino hasta la góndola.

El objetivo es aseverar y garantizar la genuinidad de la carne con el fin de contribuir a aquellos consumidores que poseen requerimientos alimenticios específicos, asociados a salud, religión, etnias o incluso los usuarios vegetarianos y veganos.

“Hoy en día es importante y necesario contar una herramienta de control y/o con un método que permita detectar fehacientemente tipos de fraude y, además, contribuir a empresas elaboradoras y frigoríficos para que creen mecanismos de manejo y control en planta para lograr alimentos cárnicos 100% auténticos”, sentenció al respecto la investigadora de la entidad estatal, Silvina Guidi.

A su vez, explicó que “los métodos moleculares involucran la amplificación y detección del material genético de las diferentes especies” y que “esto es posible debido a que todos los organismos vivos contienen en sus células material genético en forma de ácido desoxirribonucleico (ADN), que es único para cada uno”. Para que funcione, se diseñaron secuencias de oligonucleótidos específicos (conocidos como primers) para lograr la amplificación de regiones conservadas de genes constitutivos de las especies mencionadas: vacuna, porcina, equina, aviar e incluso la soja.

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