La ‘‘saga negociadora’’ entre Macri y Milei que se volvió un pasatiempo de verano, la ira de Caputo contra las tasas municipales, la casi ficción de la baja inflación y los movimientos políticos de Karina Milei; por Martín Gambarotta.
Hay muchas maneras de pasar el verano. Hay muchas maneras de padecer el verano. Para la derecha argentina el verano se transformó en la estación de las internas. Las encuestas marcan una derechización de una parte significativa de la opinión pública. El presidente libertario Javier Milei lidera un gobierno de ultraderecha. Para muchos es un momento de sincerarse: posaron en otras situaciones como moderados, pero en el fondo siempre fueron ultras. El asunto es que la derecha no está unida del todo y este es un año electoral. Existe el partido de Gobierno, La Libertad Avanza, pero también existe el partido de centroderecha PRO, liderado por el expresidente liberal Mauricio Macri. Otra facción la encabeza la vicepresidenta Victoria Villarruel, una ultranacionalista que ya marcó diferencias con Milei. La derecha nunca estuvo tan bien en las encuestas, pero si los votos se dividen en dos no están tan bien. El temor, para los ingenieros políticos de Milei y Macri, es que la división lleve a una derrota en la provincia de Buenos Aires a manos del kirchnerismo.
En este marco se desarrolla entonces la saga negociadora entre Milei y Macri, entre la Libertad Avanza y el PRO. Se suponía que el Gobierno iba a tener un frente abierto con las negociaciones paritarias con gremios pesados, pero por ahora hay calma: cerraron acuerdos camioneros y los metalúrgicos. Son acuerdos salariales a corto plazo lo que puede indicar que los gremios se están guardando para hacer reclamos más cerca de las elecciones. En este momento el Gobierno respira tranquilo en el frente laboral, lo que implica que tiene más tiempo para la rosca.
Milei llamó a un acuerdo nacional con el PRO. Macri respondió nombrando una comisión negociadora de cinco dirigentes. De ahí en más la situación se degeneró: el PRO emitió un comunicado criticando al Gobierno por no incluir la aprobación del presupuesto en su llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso. El PRO acusó a Milei de ser poco republicano.
A esto se le suma que los integrantes de la comisión de Macri incluyen al exministro de economía Hernán Lacunza. ¿Qué tiene que ver Lacunza con un acuerdo electoral? Macri busca un acuerdo programático. Lacunza hizo críticas a la política cambiaria del Gobierno, insinuando que el dólar está atrasado. Le respondió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, diciendo que los potenciales aliados tienen que estar de acuerdo en todo con el Gobierno. Bullrich es técnicamente del PRO, pero lidera un ala que ya rompió con Macri. La lista de antiguos funcionarios de peso de esta administración que formaron parte de la administración PRO incluye al ministro de Economía Luis Caputo y al ministro de Desregulación Federico Sturzenegger.
El problema para el PRO es el desbande total de su primera línea cuando flaquea en las encuestas. El senador Luis Juez anunció que ya no quiere liderar el bloque de Senadores del PRO y que aspira a ser el candidato a gobernador de la Libertad Avanza en la provincia de Córdoba en 2027. El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, antiguo compañero de estudios universitarios de Milei, confirmó de manera rimbombante el jueves que también abandonaba el partido de Macri para sumarse a La Libertad Avanza. Valenzuela fue “periodista” de la señal de cable de Todo Noticias, pero ahora puede mostrar su verdadera cara envalentonado por lo que supone es un potencial éxito electoral: es un ultraderechista. El intendente tiene una alta autoestima: anunció su pase en las redes sociales citando una frase de Julio César. Valenzuela participa activamente en la campaña de Caputo en contra de las tasas municipales, es decir, es un intendente que apoya políticas diseñadas para destruir municipios y limitar al máximo su función comunal. La furia de Caputo contra estas tasas municipales supuestamente se debe a que dificultan la lucha en contra de la inflación. Pero en el fondo el ministro de Economía parece querer hostigar a los intendentes en vez de ayudarlos a llevar adelante su tarea en el territorio. De hecho, Milei y Caputo parecen apuntar a perjudicar a las municipalidades.
La inflación en diciembre midió 2,7%, apenas más alta que en noviembre. Llegó a 117.8% en el año. Igual, con la ayuda del periodismo amigo, el Gobierno sigue cantando victoria, porque la inflación anual fue el doble en 2023. “Es la mitad de lo que dejó el Gobierno anterior”, cacarean en la Casa Rosada. De inmediato, Caputo anunció que la devaluación del peso en el mercado oficial de cambios bajaba del 2% al 1% mensual. Así, el Gobierno confirma que está dispuesto a transmitir la sensación de que la inflación baja y asegurar un peso fuerte en el año electoral. El gobierno libertario no se animó a bajar la tasa de interés. “Arrugaron”, tuiteó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
No todos en la prensa mundial se tragan la píldora. El diario progresista inglés The Guardian fulminó a Milei. Para este diario, las políticas de Milei son cínicas y sumieron a la mitad de la población en la pobreza. Sus medidas causaron un “gran sufrimiento” y “pocos beneficios visibles”, según el diario. The Guardian dijo que “la apuesta de Milei es engañar a suficientes personas” durante su mandato como para que un futuro gobierno se haga cargo del “desastre”. La palabra clave es “engañar”. El Gobierno aumenta las tarifas de los servicios públicos, pero ya hay apagones significativos en el AMBA. También hubo cortes masivos en Rosario. La ecuación tarifas altas con cortes de energía es insostenible en el tiempo.
La administración libertaria de todos modos parece estar convencida de que puede dominar el discurso público a fuerza de voluntad. Otra palabra clave es “sufrimiento”. Milei ya confesó que goza haciendo estragos en la administración pública.
Los recortes ahora incluyen a dirigentes sindicales en la Secretaría de Derechos Humanos, a pesar de su inmunidad sindical, y 200 despidos en el Hospital de Salud Mental Laura Bonaparte, manejado por el Estado Nacional. El problema para el presidente es que ya asoman quejas de funcionarios que tienen sus salarios congelados. Se supone que el ataque a la administración pública tiene un límite práctico: el Estado, por más mínimo que sea, tienen que funcionar.
A Milei parece importarle poco. Por momentos la guadaña afecta a funcionarios. El jueves Ignacio Yacobucci fue despedido como presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) por desacuerdos en el funcionamiento del organismo y por “viajar en primera clase”. Para algunos expertos, el desplazamiento de Yacobucci tiene que ver con su determinación por investigar a funcionarios públicos y políticos por supuesto lavado de dinero, a pesar de la presiones de la Casa Rosada. EL kirchnerismo acusa a Milei de querer transformar a la UIF en un instrumento para perseguir adversarios políticos.
Hay otros que sufren en silencio. En el campo vienen aguantando la falta de baja en las retenciones. El jueves la Mesa de Enlace de entidades agropecuarias pidió una reunión con Caputo. Hay empresas agroindustriales de peso que ya no pueden pagar sus deudas. Por mucho menos la Mesa de Enlace cortó rutas en 2008 en contra de un gobierno kirchnerista. Ahora parece tener mucha más paciencia por la pátina derechista del gobierno. La baja de retenciones para el campo es una promesa electoral que hasta el momento Milei no está cumpliendo.
El goce parece hasta incluir declararle la guerra a los industriales argentinos, eliminando políticas antidumping. El diputado libertario José Luis Espert se ocupa de insultar a la Unión Industrial Argentina a la manera de un trotskista de barricada.
Volviendo a la interna en la derecha, el comunicado del PRO incomodó a algunos gobernadores y dirigentes del partido de Macri. Dicen que no fueron avisados que salía la declaración. El problema que tiene Macri es que las encuestas no lo favorecen. Los gobernadores del PRO no parecen estar listos para ir a la guerra contra Milei. Los rumores de defección en el partido de Macri hacia La Libertad Avanza incluyen al Diputado Diego Santilli y el Intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro.
Así se entiende que Macri saque al ruedo a Lacunza, el último ministro de Economía sin brillo de su administración en 2019. Lacunza originalmente era un funcionario de segunda línea, pero ahora escala posiciones en el PRO porque no hay muchos que quieran defender a Macri, que según Fernández de Kirchner es la “mafia”. Macri parece estar ensayando un movimiento de diferenciación para proteger lo que queda de la marca PRO, sin descartar después un acuerdo electoral con Milei. La tensión entre ambos partidos derechistas sigue siendo extrema en la Ciudad de Buenos Aires, el bastión del PRO. El jefe de Gobierno Jorge Macri (primo del expresidente) adelantó las elecciones locales y parece estar dispuesto a desafiar al partido de Milei. Ya aparecieron afiches de Mauricio Macri 2025 en la Ciudad de Buenos Aires para caldear el escenario, en un distrito en el que a Milei no le fue especialmente bien en las elecciones presidenciales. También hay pasacalles del PRO en la capital en un intento de marcar territorio.
Los dirigentes del PRO de todos los colores, de Lacunza a Bullrich, superan a La Libertad Avanza en experiencia política. La que maneja la ingeniería del partido de Gobierno es la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei, la hermana del presidente, junto al asesor Santiago Caputo (primo del ministro de economía). Karina Milei encabezó un encuentro político de la Libertad Avanza en Mar del Plata. El contratiempo es que Karina Milei tiene dificultades para hablar en público y limitada experiencia. En el encuentro se apareció Walter Santiago, conocido como Alfa por su participación en el programa de televisión Gran Hermano. Por un momento parecía que Alfa contaba con el aval de la Casa Rosada para ser candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires. Las señales se volvieron contradictorias: algunos indicaban que Karina Milei fue “operada” para quedar pegada a Alfa, que tiene contactos con algunos peronistas que se volvieron libertarios. Los armados de Karina Milei lucen rudimentarios. Hay momentos en que la experiencia de Bullrich la hacen quedar como una ministra del Interior de facto. No hay ministro del Interior y el veterano jefe de Gabinete Guillermo Francos es lento en reaccionar, pero Bullrich asume ese rol. Los cuestionamientos existen y van en aumento. El protocolo antipiquete de Bullrich fue cuestionado por Amnistía Internacional y otras organizaciones. Bullrich dijo que Amnistía “no entiende nada”.
¿Y la oposición? Aparte de Fernández de Kirchner, no se consolidan voces para confrontar con el discurso arrollador de los libertarios, en especial en las redes sociales. Tarde o temprano van a surgir voces opositoras que puedan hacerle frente a la voz oficialista. La discusión pública de la actriz Cecilia Roth con el presidente sobre “censura” y discursos violentos es un indicio de esto. Milei, como de costumbre, quiso basurear a Roth tratándola de “fracasada”, pero la actriz insistió con sus quejas, en lo que puede ser una señal que la hegemonía discursiva libertaria no va a ser eterna. Roth es reconocida y no fue tan fácil callarla.
La confrontación tiene su precio. De hecho, el Gobierno tiene problemas en convocar a los potenciales partidos aliados a una reunión para acordar el apoyo a los proyectos que enviará a las sesiones extraordinarias. La polémica que se viene es que Milei incluyó en el temario el proyecto de ley de ficha limpia, que el kirchnerismo dice está diseñado para proscribir a Fernández de Kirchner de la contienda electoral, por más de que su doble sentencia por corrupción no está confirmada por la Corte Suprema. Para el kirchnerismo, las condenas en contra de la expresidenta son causas armadas para prohibirla como candidata.
Milei ahora viaja que viene a la asunción del republicano Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos y tiene en la agenda reuniones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El saliente presidente de los Estados Unidos Joe Biden, un demócrata, dejó un mensaje de despedida: en el mundo hay una nueva “oligarquía” súper rica que pone en peligro la democracia a nivel mundial. Dale like.