Los efectos del informe de Cristina Kirchner, las chicanas del SIAS del presidente y la realidad que cuestiona toda virtualidad; por Martín Gambarotta.
De pronto, la actividad en el Congreso se congeló. El presidente libertario Javier Milei vetó la ley de movilidad jubilatoria aprobada por la oposición diciendo que era muy cara. El rechazo en Diputados del decreto asignándole 100 mil millones de pesos en fondos reservados a la secretaria de inteligencia SIDE no fue tratado en el Senado. El Gobierno, que sólo tiene una representación minoritaria en ambas cámaras, venía perdiendo en el Congreso. Milei y sus funcionarios pisaron el freno porque en el horizonte se veían nuevas derrotas parlamentarias. Así la presión se fue para otra parte. Inevitablemente para el viernes por la tarde todo derivó en una guerra de palabras en el red social X.
Primero la expresidenta peronista Cristina Fernández de Kirchner subió un documento con duras críticas a la situación económica, acusando a Milei de intervenir desesperadamente en la economía, en un intento de controlar la situación a corto plazo. Milei respondió enseguida dándole entidad a Fernández de Kirchner y su documento que analizaba la situación a fondo. “Yo sé que vos de economía no entendés mucho”, escribió Milei. La guerra siguió con Fernández de Kirchner invitándolo al presidente a debatir de economía en el Instituto Patria. De paso, le recomendó que deje de “boludear” en las redes y se dedique a gobernar.
Lo de Milei “boludeando” en las redes es un hallazgo comunicacional que por un rato le quita la iniciativa al presidente. Milei se describe a él mismo como uno de los dos políticos más influyentes del mundo, pero hay una porción de la población que en efecto piensa que dedica la mayor parte de su tiempo a retuitear boludeces.
Crece en funcionarios del gobierno la tendencia a pensar que la realidad es algo que se puede manijear en las redes. Boludeces y manija, esa es la receta
El presidente el viernes a la noche durante la convención anual de IAEF en Mendoza le dedicó un largo discurso económico a Fernández de Kirchner. Milei estuvo muy cerca de cumplir con este dicho: si no se entiende lo que un economista dice, es que te está mintiendo. ‘‘No puedo fijar fechas” para salir del control de capitales, dijo el presidente en un discurso sumamente técnico en el que pronosticó que su plan termina con el cierre del Banco Central. Milei también criticó duramente al peronismo por los problemas pasados de Argentina. En el plano político, el presidente dijo que el gobierno “le ganó la calle” a los piqueteros al terminar con la intermediación de los planes sociales.
Hay que mirar las encuestas. No todas le dan tan bien a Milei. Algunas muestran que la sociedad está partida en dos, sobre todo en lo que hace a la gestión. Al mismo tiempo crece en funcionarios del gobierno la tendencia a pensar que la realidad es algo que se puede manijear en las redes. Boludeces y manija, esa es la receta. El ministro de Economía Luis Caputo lanzó en X que todo va andar bien económicamente y que los dólares en el futuro sobrarán. Caputo también dijo que el poder adquisitivo de los jubilados creció desde que Milei es gobierno. El ministro además se puso a la cabeza de una campaña en contra de las tasas municipales, otra señal de que no se logra controlar del todo la inflación y se buscan excusas con nimiedades.
El índice de precios es una obsesión para Milei. El gobierno interviene para mantener controlado el precio de los dólares financieros y en el mercado negro. La inflación en la Ciudad de Buenos Aires en agosto midió 4,2%. Caputo todavía puede argumentar que la inflación está bajando, pero los últimos meses del año serán definitorios.
La idea del gobierno es pisar las paritarias de ahora en más, en especial las de la administración pública. La tensión se nota; la huelga en la empresa estatal Aerolíneas Argentinas dejó a cientos de viajeros varados; sin embargo, el sentido de la protesta gremial es hacer efectivo un reclamo.
El cruce de Milei con Fernández de Kirchner es una señal de nerviosismo. Otro dato es la decisión del gobierno de limitar el acceso ciudadano a la información pública por decreto. El presidente muestra desprecio por la prensa y, al mismo tiempo, entretiene a una tropa de periodistas amigos a los que regularmente les concede entrevistas y les filtra información. Milei sigue usando sus discursos para lanzar ataques. El en Día de la Industria acusó a los industriales argentinos de vivir del campo. En otro discurso trató de “tirano” al presidente de Brasil Lula da Silva porque la justicia de ese país bloqueó el acceso a X por conflictos legales. También atacó a los científicos. Las estocadas son tan frecuentes que el comentario sobre Da Silva pasó casi inadvertido. A Fernández de Kirchner le pidió que muestra su título de abogada, una chicana vencida.
Todo indicaba que el juicio al expresidente Alberto Fernández por violencia de género iba a dominar las noticias, pero la política sigue su propia dinámica y también se producen imprevistos. Los problemas internos en la Libertad Avanza (LLA), el partido de gobierno, no se calman. El Senador por San Luis Bartolomé Abdala recibió una lluvia de críticas cuando admitió que usa a sus asesores de la Cámara Alta para hacer campaña en su provincia. Abdala es leal a la vice presidenta Victoria Villarruel. Así el senador parece atrapado en la interna entre Milei y Villarruel. Abdala fue masacrado por los periodistas amigos del presidente.
El clima se puso más espeso cuando un paquete explosivo detonó en las oficinas administrativas de la Sociedad Rural Argentina (SRA) sin lastimar a nadie. Hay una investigación en curso. La encomienda estaba dirigida al presidente de la SRA, Nicolás Pino. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich culpó a “sectores anarquistas” y “extremistas veganos”. El sábado se detuvo a una persona por el ataque.