La aprobación en el Senado de la Ley Bases y los laberintos legales que se pueden abrir en Diputados, el desafío del largo plazo para Milei y el rol del FMI en lo que pueda pasar, por Martín Gambarotta.
Los mercados juzgan a la Argentina en términos deportivos. El Senado el miércoles aprobó la Ley Bases de reformas y el paquete fiscal. La votación de la Ley Bases salió 36-36. Desempató la Vice Presidenta Victoria Villarroel, con una diatriba facciosa fuera de reglamento. Ganó la ley, festejaron los mercados como si se hubiese ganado un partido de tenis de mesa. El Senador Martin Lousteau, presidente de la Unión Cívica Radical, fue clave para que consiga quorum y se inicie la sesión. Después Lousteau votó en contra de la ley. Los otros senadores radicales votaron a favor. Así de complicado estaba el tablero en la Cámara Alta, pero para los mercados fue un triunfo para el Presidente libertario Javier Milei. Poco les importa las modificaciones que hizo el Senado eliminando la privatización de Aerolíneas Argentinas, el Correo y los medios de comunicación estatales. Tampoco la eliminación del Impuesto a las Ganancias y la reforma de Bienes Personales, y la moratoria previsional.
La ley ahora vuelve a la Cámara de Diputados donde el partido de gobierno y sus aliados intentarán aprobar la versión original, tal vez traicionando acuerdos que se hicieron en el Senado para sacar adelante la sesión. Todavía se puede desatar una maraña de discusiones en Diputados sobre la pila de tecnicismos que dejó eliminación de artículos de la ley en el Senado.
La Libertad Avanza, el partido de Milei, cuenta con solo 7 senadores y menos de 40 diputados. Sin embargo para aprobar la ley tejió alianzas con la UCR, el PRO, y otros bloques minoritarios. El plan del gobierno es llamar a una cumbre con los gobernadores provinciales el 9 de Julio en lo que originalmente se llamó el Pacto de Mayo. La sesión en la Cámara de Diputados se puede empantanar sobre los capítulos que fueron abolidos en el Senado. El gobierno cree que Diputados tiene el derecho a reponer lo que fue sacado. Pero se avecina una sesión plagada de tecnicismos. En el Senado los libertarios lograron el apoyo de algunos senadores técnicamente peronistas lo que desató replanteos de cómo llegaron a ocupar las bancas y llamados de expulsión del Partido Justicialista. A las críticas se sumó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Mientras la sesión tenía lugar miles de personas se manifestaban en la plaza en contra de la ley. La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich tuvo una actitud confrontativa y desplegó una selección de fuerzas antidisturbios que tenían el objetivo de mantener abierta la principal avenida frente al Congreso durante la manifestación en la plaza. Hubo momentos de violencia y pandemonio. El auto de un periodista del medio cordobés Cadena 3 fue incendiado. Las manifestaciones son muy fáciles de infiltrar y generar violencia en ese marco resulta simple. Muchas veces se acusa a los mismos servicios de inteligencia de estar detrás de los desmanes graves. Al menos 35 personas fueron arrestadas y un fiscal los quiere acusar de “sedición.” El gobierno oficialmente habló de “terroristas” y de un “intento de golpe de estado”. Bullrich especialmente se relame en utilizar un lenguaje extremo para describir la situación. Las fuerzas de seguridad fueron a pechear a los manifestantes, a buscar el roce. Al momento de escribir esta columna los destructores de autos no habían sido arrestados.
Milei partió para la cumbre del G7 en Italia con la ley aprobada en general después de su dificultoso paso por el Senado. La rareza fue que la Canciller Diana Mondino no formó parte de la delegación, disparando rumores de su renuncia. El G7 es una vidriera para Milei.
Otra noticia festejada por el gobierno y los mercados fue la inflación de 4.2 por ciento en mayo. La prueba será si la inflación puede seguir en baja en la segunda mitad del año. El gobierno nacional lanzó un comunicado a principios de la semana declarando que los salarios le están ganando a la inflación. Una afirmación que es refutada por la mayoría de los expertos.
En el G7 Milei se cruzó con jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva. Lo que ahora quiere el FMI, después de aprobar la octava revisión por 800 millones de dólares, es ver reformas y la liberación del mercado cambiario. La fantasía del Ministro de Economía Luis Caputo es que ahora puede negociar un nuevo plan con el FMI que signifique la habilitación de un vagón de dólares para terminar con el cepo cambiario.
“La política cambiaria también debería volverse más flexible para reflejar los fundamentos y salvaguardar la desinflación y la acumulación de reservas, particularmente a medida que las medidas de gestión de los flujos de capital (CFM) se flexibilicen gradualmente a medida que las condiciones lo permitan,” dijo el FMI. ¿Lo asistirá a Caputo en esa meta? Caputo también prometió una rebaja significativa del Impuesto País cuando se apruebe la Ley Bases. Para el viernes hubo nubarrones en el Ministerio de Economía: renunció el Secretario de Política Económica, Joaquín Cottani un discípulo del exministro de economía liberal Domingo Cavallo. Cavallo, que fue ministro en los 90s, viene formulando críticas al modelo económico, en especial al tipo de cambio.
Hubo más noticias financieras: China aceptó extender el swap con Argentina por 5000 millones de dólares después de mucha especulación.
El Papa Francisco también asistió a la cumbre del G7. Durante la semana Francisco se dejó fotografiar con banderas de Aerolíneas Argentinas y se reunió en el Vaticano con el Gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, un “enano comunista” según Milei. El presidente además viajó a Suiza a la cumbre por la paz en apoyo a Ucrania. El gobierno cerró asó una semana en la que consiguió lo que quería, una ley suya aprobada por el Congreso, ahora tiene que demonstrar que sus políticas funcionan a largo plazo.