En plena campaña electoral, y en medio de repudios por hostilidades contra el sector kirchnerista de Unión por la Patria, el municipio clausuró comercios familiares de Hurlingham en los que se encontraban carteles de Selci. Especialistas acusan a Zabaleta de violentar el procedimiento de faltas.
Pese al pedido de “bajar los decibeles”, emitido por la diputada Florencia Lampreabe a raíz de las agresiones recibidas por simpatizantes de Selci en las últimas semanas, el actual intendente trasladó su atención a los vecinos comerciantes, mandando a clausurar una serie de negocios de barrio por mostrar carteles que apoyaban a Selci, su rival en las PASO del 13 de agosto. Según especialistas, Zabaleta estaría “violentando el procedimiento de faltas”.
Uno de los casos es el de la panadería Pasión, ubicada en la esquina de Bustamante y Finochietto. Cuando los dueños quisieron abrir se encontraron con un acta de clausura preventiva en la puerta. La excusa está explicitada en el formulario: “cartelería sin permiso”, refiriéndose a la estructura instalada en el techo del negocio, que luce un cartel de Selci.
Fuentes especializadas en legales se refirieron a la ordenanza 11.159, que establece el procedimiento de faltas. Según afirman, “la clausura preventiva es una medida excepcional, que no puede ser tomada de forma masiva, y tiene que ser llevada a cabo por el inspector frente a una situación de riesgo inminente de daño contra terceros. Cosa que acá no sucede. Lo que tendría que hacer, si nota una infracción, es notificar al infractor e iniciar un expediente administrativo municipal”. Ademas: “Violan el procedimiento porque, si la situación fuera excepcional y existiera el riesgo inminente, el inspector debería remitir esa infracción a un Juzgado de Faltas, porque la clausura de un local es una actividad jurisdiccional, que solo puede definir un juez. Nada de todo eso está pasando en los casos que se fueron dando”.