La situación económica se agrava con la devaluación y la creciente inflación, mientras los ingresos de los argentinos se acercan a niveles históricamente bajos.
Últimos informes oficiales sitúan a Argentina entre los países latinoamericanos con los salarios mínimos más bajos, solo superando a Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela. Esta situación se ha visto exacerbada por la devaluación de mediados de septiembre y la creciente inflación.
Por otro lado, países vecinos como Costa Rica, Uruguay y Chile, ostentan remuneraciones mínimas que duplican las de Argentina.
El gobierno de Javier Milei aumentó el salario mínimo de febrero a $180.000, llegando a $208.000 en marzo, equivalente a unos $200,80 al tipo de cambio libre, ubicando al país entre los cinco con los ingresos más bajos de la región.
En contraste, Costa Rica ($714), Uruguay ($594), Chile ($470), Ecuador ($460) y México ($456) lideran en remuneraciones, mientras que Brasil se posiciona en la mitad de la tabla ($282).
La inflación continúa siendo un tema preocupante en Argentina, con el país registrando la tasa más alta del mundo en febrero, superando a Líbano y Venezuela, con un aumento del 13,2% en los precios al consumidor y un 276% en un año, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La consultora Focus Market señala que los ingresos de los argentinos, medidos en dólares, están alcanzando niveles comparables a los de la salida del régimen de la convertibilidad. La persistencia de la inflación en los últimos 13 años ha erosionado considerablemente el poder adquisitivo de los salarios, dificultando la inversión y la producción.
Por otro lado, la crisis económica también impacta de manera desigual en las provincias argentinas, con ingresos per cápita familiares que varían desde los u$s 213 en la Ciudad de Buenos Aires hasta los u$s 59 en Chubut. La devaluación, la emisión monetaria y la incertidumbre económica han contribuido a una mayor pérdida de ingresos en la población durante el inicio de este gobierno.
