La automotriz suspendió la producción en su planta de Córdoba, afectando a 450 empleados, en medio de versiones sobre el cierre de la planta. La medida ocurre en un contexto de tensiones con Renault y negociaciones de Nissan con otras automotrices. También se reportan demoras en los pagos a proveedores, lo que agrava la situación laboral.
La automotriz japonesa suspendió este semana el único turno activo en su planta de Córdoba, donde produce la pickup Frontier y la Alaskan de Renault. La medida afecta a 450 empleados y ocurre en medio de versiones que apuntan al cierre de la producción, exacerbadas por las tensiones internas entre Nissan y Renault.
La alianza entre ambas empresas se ha deteriorado desde que Nissan comenzó negociaciones con Honda y Mitsubishi, mientras que Renault desplazó parte de la producción a Santa Isabel. La decisión de trasladar parte de la producción de un nuevo modelo originalmente pensado para Córdoba a México aumentó la incertidumbre sobre el futuro de la planta.
Según Maximiliano Ponce, secretario general de SMATA en Córdoba, la situación empeora con los retrasos en los pagos a proveedores, lo que pone en riesgo la continuidad laboral de más de 450 personas. La incertidumbre en torno a la planta afecta tanto a los trabajadores suspendidos de manera total como parcial.