La crisis cripto y los rumores de coimas que surgieron a raíz del escándalo, las entrevistas grabadas en canales amigos, las tensiones con el macrismo, la fuga hacia adelante de Milei en su gira por EEUU y la desconexión entre el capital tradicional y las prácticas político-económicas del gobierno; por Martín Gambarotta
Siempre podía pasar que el Presidente libertario Javier Milei se ahogara en su propia euforia de guasón. Milei salió a vender en su cuenta de la red social X una criptomoneda dudosa. Generó una burbuja instantánea que estalló cuando borró su mensaje fijado horas después. El presidente hizo lo que siempre hace cuando sus acciones generan ruido negativo: buscó a un periodista amigo y le concedió una entrevista. En este caso, Milei habló con Jonatan Viale de la señal de cable TN en una entrevista grabada. Milei se graba, no se tiene confianza en vivo. Durante la entrevista, Milei admitió que la crisis cripto era un “cachetazo”, pero no demostró piedad con los inversores que perdieron millones de dólares en horas. “Es como alguien que va, juega a la ruleta rusa y le tocó la bala”, dijo. Algo no cierra, el capital tradicional es cobarde. El capital tradicional no se acerca a un revólver cargado con una bala ni por asomo. El capital tradicional lee las notas de la agencia de noticias Bloomberg antes de moverse.
¿Qué decían los cables de Bloomberg? Decían que Milei estaba a la “defensiva” por el escándalo. Había pedidos de juicio político en el Congreso. Los números para un juicio político no están, pero el capital tradicional quiere que le expliquen bien cuál es la situación.
Encima, un sitio estadounidense publicó una nota informando que uno de los inversores de la criptomoneda agitada por Milei, un tal Hayden Davis, había intercambiando mensajes con potenciales inversores donde decía que le había transferido dinero a Karina Milei, secretaria general de la presidencia y hermana del presidente, para acceder al jefe de estado. Allegados de Davis, que dice tener control de al menos 100 millones de dólares que se recaudaron con el negocio, después negaron la versión.
El cofundador de la criptomoneda Cardano, Charles Hoskinson, también se quejó porque en un viaje reciente al país “el equipo de Milei” le pidió dinero para acceder al presidente. Hoskinson intentó después moderar su versión apoyando al gobierno libertario en un mensaje, pero nunca negó que le habían pedido coimas.
Por tres días seguidos el gobierno nacional perdió el control de la crisis cripto. Bloomberg lanzó otro cable: la entrevista con Viale no salió bien. La versión cruda de la entrevista se filtró y mostró cómo Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei, aparecía en escena ante las cámaras para frenar una de las preguntas. Milei estaba hablando en ese momento de la posibilidad de que su Ministro de Justicia, Santiago Cúneo Libarona, sea su abogado defensor. Viale dijo que entendía, que el comentario del presidente le podía traer “quilombos judiciales”. ¿Quién puede creer de ahora en más en una entrevista grabada por Milei con un periodista amigo de esos que invita a la Quinta de Olivos?
Viale, ferviente admirador del gobierno, permitió la interrupción, quedó expuesto. Había más: Cristina Pérez, una periodista en pareja con el Ministro de Defensa Luis Petri, insinuó que en efecto circulaban versiones sobre pagos al equipo de Milei para reunirse con él.
“Te estás cayendo a pedazos”, escribió la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en X.
Milei venía evitando confrontar con Fernández de Kirchner que mide demasiado bien en las encuestas en el conurbano. Durante la entrevista grabada, el presidente no se pudo contener y acusó a la expresidenta de ser la verdadera “estafadora”. Fue una salida del libreto por parte de Milei que demuestra que por momentos se sintió contra las cuerdas incluso bajo el cuidado censurador de sus asesores.
Viale reaccionó a su humillación pública acusando a un periodista, sin nombrarlo, de recibir sobornos para trabajar a favor de un precandidato presidencial que “sacó el 11 por ciento de los votos” en las elecciones de 2023. Ese sería el exjefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta, que fue precandidato presidencial por el partido de centroderecha PRO.
Milei vio la oportunidad y reclamó en X una investigación para dar con los periodistas “ensobrados”. Rodríguez Larreta, que suele ser moderado, declaró que el presidente le había “hinchado las pelotas” y que lo esperaba en Tribunales.
Al PRO lo lidera el expresidente liberal Mauricio Macri que reaccionó ante el escándalo diciendo que Milei está “descuidado y mal rodeado”. El caso, según Macri, es “grave”. Macri está enfrentado con Caputo, enfrentamiento que también toca a la licitación fallida de la Hidrovía. El gobierno nacional ya acusa en público a Macri de sabotear la licitación de la Hidrovía. Macri se prepara para confrontar con Caputo, debilitado por la entrevista interrumpida y el escándalo de las supuestas coimas con las criptomonedas.
De hecho, Caputo tuvo que soportar las críticas del Vocero Presidencial Manuel Adorni y el Jefe de Gabinete Guillermo Francos. Adorni dijo que el presidente no estaba de acuerdo con la interrupción de Caputo. Como mínimo, la crisis confirma lo que se adivinaba: Milei, su hermana y Caputo (“el triángulo de hierro”), son tremendamente inexpertos y toman riesgos inauditos en lo más alto del poder.
El PRO, mientras tanto, lanzó un comunicado oponiéndose al pedido de juicio político promovido por el kirchnerismo. Igual, dijo que la cripto crisis era “grave” y que “en esta instancia” no apoyaba el juicio político. Macri el viernes le cuestionó a Milei que a pesar de sus elogios públicos es destratado por los funcionarios del gobierno nacional. “Lo único que recibimos es destrato”, dijo Macri.
Esta es una de las posibles consecuencias de la crisis: las negociaciones de unidad en la provincia de Buenos Aires entre La Libertad Avanza y el PRO pueden naufragar. El oficialismo depende del apoyo del PRO en el Congreso para aprobar leyes. El PRO, que no mide bien en las encuestas, enfrenta un éxodo de dirigentes hacia La Libertad Avanza. Hay que ver si las defecciones siguen si el enfrentamiento de Macri con el círculo íntimo de Milei se intensifica. El peronismo busca ordenarse. El Gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof el sábado lanzó una nueva línea interna.
La estrategia electoral rudimentaria del gobierno nacional de pintar al conurbano bonaerense, el bastión del kirchnerismo, como un “baño de sangre” tomado por la inseguridad también se truncó, al menos momentáneamente. La gobernación de la provincia de Buenos Aires echó a 18 policías bonaerenses por lanzar una protesta salarial en lo que podría haber sido el principio de una conspiración antes de las elecciones de medio término de este año.
Instalar el discurso de la inseguridad con los medios amigos como tema de campaña se volvió ahora más dificultoso. A esto se le suma la constante fuga de presos de comisarías de la Ciudad de Buenos Aires que disparó un conflicto incómodo entre la administración Milei y el Jefe de Gobierno de la capital Jorge Macri, del PRO.
Milei y sus falangistas, comandados por Caputo, ahora no controlan la conversación en X. Tampoco controlan los acontecimientos que pueden surgir de la crisis cripto. Hay una investigación judicial en curso en Argentina por estafa y abuso de poder que involucra al presidente (pero no por ahora a Karina Milei). Es posible que se abran investigaciones en los Estados Unidos.
En el Senado, hubo una moción sobre tablas para crear una comisión investigadora. Se necesitaban 48 votos. Hubo 47 votos a favor. Seis senadores de la Unión Cívica Radical, controlados por sus gobernadores, votaron en contra de crear la comisión. Los gobernadores supuestamente negociaron favores financieros del gobierno nacional. Una comisión investigadora le hubiera metido un ruido político incómodo a Milei. Por las redes comenzó a circular el verso del poeta Alejandro Rubio: nunca votar a un radical. Sorprende cómo un sector de la UCR se acomodó para apoyar a un gobierno de ultraderecha a pesar de estar ante los indicios de una estafa mundial.
El Senado además aprobó la suspensión de las elecciones primarias, simultáneas y obligatorias (PASO) como pedía el oficialismo. Fue una muestra de destreza por parte de La Libertad Avanza que tiene pocas bancas en el Senado.
Lo que trastabilló fue la ofensiva del oficialismo para aprobar el pliego del Juez Federal Ariel Lijo a la Corte Suprema.
El presidente trató de huir hacia adelante y su agenda se lo permitió. Milei asistió a la convención conservadora CPAC en Washington donde se reunió con Elon Musk, el hombre más rico del mundo y funcionario desregulador de la administración del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Milei se apareció con un regalo para Musk: una reluciente motosierra tuneada. A Musk le encantó el gesto. Hizo que Milei le vuelva a presentar la motosierra en el escenario de la convención y la blandió en el aire. Después Musk puso su foto con la motosierra en su perfil de X. La motosierra conquista a la nueva oligarquía mundial, pero es demasiado pronto para adivinar el efecto internacional que puede tener la cripto crisis. Hubo notas negativas en medios de renombre. Hay que ver qué sigue informando de ahora en más la agencia Bloomberg que leen los mercados convencionales. En medio del escándalo Trump publicó en una de sus redes sociales una foto de Milei con una de sus frases en señal de apoyo.
Trump está desconcertando al mundo con su ninguneo del líder de Ucrania en su estrategia para terminar la guerra de ese país con Rusia. Muchos argentinos liberales que lucen con orgullo la banderita de Ucrania en sus perfiles de redes sociales de pronto se encuentran con que Trump no necesariamente comparte la postura. Milei mismo demostró un apoyo acérrimo por Ucrania y denostaba a Vladimir Putin, el líder de Rusia, que ahora intenta una negociación con Trump a espaldas de Europa.
Milei se reunió también con Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue una juntada a pura sonrisa, lo que no hubo fue un anuncio formal de un acuerdo. El gobierno tira títulos libertarios: transformó al Banco Nación en una sociedad anónima, pero el Ministro de Economía Luis Caputo gasta miles de millones de dólares para controlar el tipo de cambio financiero. Las reservas del Banco Central no aumentan. El fondo no coincide con eso y se demora un acuerdo. Luis Caputo, antiguo funcionario de la fallida administración Macri, está desatado. Se siente una espada política libertaria. Se sacó una foto en la gira con un casco de jugador de fútbol americano puesto. Lo va a necesitar si la economía alguna vez se le cae en la cabeza. El ministro sostiene el superávit, pero la cripto crisis tuvo un efecto negativo sobre el riesgo país que subió un 6%. El consumo masivo en enero mientras tanto cayó 10,6%. Que Luis Caputo guarde ese casco.
Para el equipo de Milei, ahora sospechado de levantar coimas, la estrategia electoral sonaba fácil: hablar de inseguridad en el conurbano y planchar el dólar. Nada es tan fácil. No hay tal cosa como un almuerzo gratis. Tampoco hay tal cosa como un dólar planchado gratis.
Milei dio su discurso en la convención conservadora el sábado. “La era del Estado omnipresente ha terminado”, dijo. Arremetió contra “el partido del Estado”. Abogó por reducir al Estado a su mínima expresión. Milei se alineó con Trump en su crítica del gobierno de Sudáfrica diciendo que tiene “aspiraciones discriminatorias”. Trump recientemente le ofreció refugio a la “minoría blanca” de Sudáfrica diciendo que es maltratada por el gobierno democrático mayoritariamente negro de su país. Sudáfrica tuvo por años un gobierno dictatorial de supremacía blanca. El giro provocador de Trump sobre Sudáfrica es racista. Milei trató de pegarse a Trump. “Trump y yo”, dijo, “somos un peligro” para los estatistas. Llamó a la conformación de una “internacional de derecha”. Milei anunció su adhesión al acuerdo de reciprocidad arancelaria con Trump. El presidente no hizo referencia al escándalo de la criptomoneda. Al cierre de la conversación, Trump y Milei se reunieron formalmente el sábado a la noche. Hubo foto y apoyo de Trump.
Durante su viaje, en un discurso ante el Banco Interamericano de Desarrollo, Milei también criticó a Paolo Rocca de Techint, acusándolo de lanzar una campaña a cargo de economistas para devaluar el peso. Rocca está irritado con los aranceles al acero y aluminio impuestos por Trump.
«Sacó a su ejército de econochantas a pedir devaluación y tratar de desestabilizar el programa económico», dijo Milei del dueño de Techint. Milei ya se había peleado con el exministro de economía menemista Domingo Cavallo por haber advertido que una devaluación es necesaria.
Rocca y Cavallo no son partisanos. Pertenecen a la vieja guardia del poder en Argentina. No se los conoce por jugar a la ruleta rusa.