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MILEI RENUEVA LA ALIANZA CON EL PRO, ACORRALADO POR LOS FRACASOS LEGISLATIVOS

En una reunión marcada por la ausencia de figuras clave y las divisiones dentro de La Libertad Avanza, Javier Milei planteó la posibilidad de una fusión con el PRO para 2025. A pesar de los recientes reveses en el Congreso y las crecientes tensiones con su vicepresidenta, Milei busca mantener el control político mientras enfrenta turbulencias en su liderazgo.

A pesar del ambiente tenso y las divisiones dentro de su propia coalición, Javier Milei mantuvo una postura desafiante y enfocada durante la reunión del viernes en Casa Rosada. Ante la mirada inmutable de su hermana Karina, quien tiene un rol central en su estrategia política, Milei expresó su determinación de derrotar al kirchnerismo en las próximas elecciones. Aunque el encuentro pretendía abordar cuestiones legislativas, la ausencia de figuras clave como Victoria Villarruel y Martín Menem reflejó las tensiones internas dentro de su partido, La Libertad Avanza.

Milei, consciente de las dificultades parlamentarias que enfrenta, especialmente después de asumir la presidencia hace nueve meses, intentó proyectar un liderazgo fuerte, aunque su enfoque parecía carecer de definiciones concretas. Se refirió a la economía y defendió su veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria, lo que generó reacciones mixtas entre los legisladores presentes. Este veto es visto como un intento de Milei de mantenerse firme ante el Congreso, a pesar de las recientes derrotas sufridas en la Cámara de Diputados.

El presidente también exploró la posibilidad de una alianza electoral con el PRO para las elecciones de 2025, una estrategia que hasta ahora había sido promovida principalmente por José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, esta idea no fue recibida con entusiasmo por todos, especialmente entre los cercanos a Milei, como su hermana Karina y Santiago Caputo, quienes han abogado por una postura más agresiva hacia el PRO y su líder, Mauricio Macri.

Milei evitó mencionar explícitamente la formación de un interbloque con el PRO, aunque sugirió que podría ser una opción en el futuro si la situación política lo requiere. Esto contrasta con la estrategia anterior de su equipo, que había descartado cualquier colaboración cercana con el partido de Macri.

Las diferencias internas en La Libertad Avanza, así como la creciente tensión entre Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, podrían complicar aún más sus aspiraciones de mantener el control político y electoral. Aunque Milei sigue siendo optimista sobre la “recuperación” económica, las divisiones dentro de su partido y la falta de una agenda de gestión positiva podrían poner en riesgo su capacidad para liderar eficazmente en el futuro.

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