El proyecto impositivo presentado por el Gobierno en el Congreso incluye cambios significativos en el régimen de monotributo, con aumentos de hasta el 745% en las categorías. Expertos consideran que los monotributistas son los principales beneficiados, pero se plantean preocupaciones sobre la equidad tributaria para los autónomos.
Dentro del proyecto impositivo presentado por el Gobierno en el Congreso, donde la reforma de Ganancias es un punto central, también se contemplan cambios en el régimen de monotributo. Con incrementos de hasta el 745% en las categorías, expertos consultados por Ámbito consideran a este sector como el principal beneficiado de la iniciativa, aunque destacan la necesidad de medidas de equidad tributaria para los autónomos.
En Argentina, hay aproximadamente 2,9 millones de trabajadores independientes. Según los datos más recientes del Ministerio de Trabajo, el empleo independiente en su conjunto ha aumentado un 11,3% (+294.500 trabajadores). Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por los monotributistas (+39,7% en el monotributo social y +6,6% en el monotributo), mientras que la cantidad de contribuyentes al régimen de autónomos ha crecido solo un 1,6%.
A medida que la inflación y el deterioro del poder adquisitivo afectan a los trabajadores dependientes, los monotributistas y autónomos han estado solicitando urgentemente la actualización de las categorías. Según Marcelo Rodríguez, CEO de MR Consultores, bajo el parámetro del 1° de enero de 2023 y el proyecto de ley actual, el monto máximo por categorías se incrementaría entre un 400% para la categoría más baja (A) y un 745% para la más alta (K). Para los monotributistas que prestan servicios, la suba en la categoría máxima alcanzaría el 520%.
Diego Fraga, abogado tributarista, considera que la tabla de categorías para monotributistas “quedó muy bien” y que son los principales beneficiarios de la reforma, ya que los montos propuestos son significativos dada la situación económica actual. De aprobarse en el Congreso, la categoría A pasaría a tener un límite de $5 millones, la B de $8 millones, la C de $11,5 millones y la D de $15,5 millones en ingresos brutos anuales.
El tope de ingresos brutos anuales para permanecer en el régimen sería de $35 millones para servicios y $68 millones para venta de bienes muebles. Además, se actualizarían los montos mensuales a pagar, tanto en términos impositivos como de aportes jubilatorios y obra social. Por ejemplo, la cuota total mensual para la categoría A ascendería a $27.500, frente a los actuales $12.128, mientras que para la categoría H, la más alta en servicios, la cuota total sería de $179.597, en comparación con los actuales $66.111.
Al mismo tiempo, Rodríguez señala que el mínimo no imponible para autónomos se incrementaría en un 422% en el mismo período. El proyecto del Ejecutivo propone que los autónomos paguen Ganancias a partir de un ingreso promedio mensual de $688.575 (sin deducciones) y $871.984 (con cónyuge y dos hijos).
Sin embargo, destaca que el régimen de responsable inscripto sigue siendo más favorable para ciertos profesionales y cuenta-propistas, ya que aquellos en la categoría máxima de servicios, que podrían facturar hasta $35 millones, terminarían pagando solo el 5% en concepto de ingresos, mientras que los autónomos pueden llegar al 35%. Esto podría llevar a las empresas a preferir contratar personal bajo el régimen de monotributo para mitigar el impacto de posibles aumentos en el impuesto a las Ganancias.
Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, reconoce que el proyecto contempla descuentos y actualizaciones en las escalas para los autónomos, pero sugiere aumentar la deducción especial en 3,8 veces, al igual que se aplica a los empleados. Según su opinión, esto garantizaría un tratamiento tributario más equitativo.