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Por qué la inflación de junio bajó al 6,0 por ciento

Con el dato del mes pasado se afirma el proceso de reducción del índice de precios al consumidos del Indec que había alcanzado un pico de 8,4 por ciento en abril seguido por el 7,8 en mayo.

La inflación de junio fue 6,0 por ciento mensual, lo cual implicó una baja de casi dos puntos respecto al registro de mayo, según informó Indec. El ministro Sergio Massa indicó “tenemos que trabajar para que siga bajando”. La menor volatilidad en carnes, frutas y verduras contribuyó a la tendencia general, al igual que aumentos más suaves en las prendas de vestir y calzado. Los pronósticos de consultoras privadas apuntaban, otra vez, un alza mayor del 7 por ciento mensual. En el primer semestre la inflación acumulada fue 50,7 por ciento mientras que en el último año los precios subieron 115,6 por ciento, según datos oficiales.

Con el dato de junio se afirma el proceso de desaceleración de la inflación que había alcanzado un pico de 8,4 por ciento en abril seguido por el 7,8 en mayo. Para el gobierno representa un alivio porque variaciones excesivamente altas pueden dar lugar a dinámicas imprevistas en los precios y hacen perder la referencia, coinciden economistas del oficialismo. La tasa de inflación dejó otra vez descolocadas a fundaciones, bancos y consultoras privadas que en promedio apuntaban un alza de 7,3 por ciento para el mes. Por caso, EcoGo pronosticaba 6,6 por ciento, C&T 6,7, Econviews 7,0, Ecolatina 7,2 por ciento.

“Las tensiones cambiarias, que afectaron la evolución de precios del rubro en abril, no se evidenciaron con la misma intensidad en mayo ni en junio. Esto explicaría, en parte, la reducción del nivel inflacionario del rubro” advirtieron desde Cepa al analizar los alimentos y bebidas. “En junio el tipo de cambio oficial se movió 7,25 por ciento, a la par del mes anterior (7,5 por ciento) y ubicándose a un ritmo superior a la inflación”, agregaron.

La división de alimentos y bebidas y la de prendas de vestir evolucionaron por debajo del nivel general de precios, 4,1 y 4,2 por ciento, respectivamente. Un dato alentador dado que hasta abril venían liderando las subas e impulsando el IPC. El precio de la carne se mantuvo casi estable en la comparación con el mes anterior y bajó el de los cítricos y el tomate, los lácteos crecieron entre un 5 y 7 por ciento mensual y las mayores subas se registraron en el azúcar (34 por ciento), la papa (25 por ciento), yerba (17 por ciento), las conservas de arvejas y tomates (16 por ciento promedio), el pan, el vino y el arroz crecieron (13 por ciento cada uno). Los alimentos y bebidas y las prendas de vestir vienen desacelerando desde abril cuando marcaron records del 10 por ciento en toda la división.

“El dato que sobresale fue la reducción de la inflación por segundo mes consecutivo, luego de cinco meses de incrementos consecutivos. Junto con este dato, resalta la evolución de la inflación de alimentos, también por segundo mes consecutivo entre los rubros de menores incrementos” analiza el Cepa. “Los incrementos en servicios públicos tuvieron particular incidencia, siendo el rubro con mayores alzas. El acuerdo con el FMI exige que la curva de tarifas se mueva a la par o por encima de la inflación, impidiendo el uso de este rubro como ancla inflacionaria.” indicaron.

Otro segmento que subió menos que el nivel general fue el de bebidas alcohólicas y tabaco con un 4,5 por ciento en junio, que se contrajo casi 4 puntos respecto de la variación en mayo.

Las divisiones que tuvieron los aumentos más importantes en el mes fueron comunicación con 10,5 por ciento y salud con un 8,6. La primera recabó el aumento que las compañías de telefonía móvil, internet y televisión por cable o satelital aplican a sus clientes por encima del 4,5 por ciento mensual autorizado por la Enacom, dado que utilizan allí medidas cautelares que les permitieron saltear la regulación del gobierno como servicio esencial. En tanto que el rubro de la salud acusó la suba en las prepagas, que en junio fue del 5,49 por ciento para todos los usuarios por igual (sin alzas diferenciadas de acuerdo a los ingresos como ocurría desde abril pasado) y también un incremento en el precio de los medicamentos del 10 por ciento en el promedio regional.

En segundo lugar en relevancia se ubicó la división de vivienda que trepó un 8 por ciento y la de equipamiento y mantenimiento del hogar cuyo aumento fue 8 por ciento mensual. Si bien no hubo aumentos en el gas, a partir de junio los consumidores que se ubican dentro del nivel de mayores recursos empezaron a pagar la tarifa plena de la energía eléctrica y el gobierno oficializó nuevas tarifas con aumentos de entre 11 y 36 por ciento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), además del segundo tramo de subas previstas para el servicio de distribución eléctrica. Esto junto con el ajuste de los alquileres impactó en el grupo de vivienda. En tanto dentro de equipamiento del hogar se consideran los precios de los electrodomésticos, televisores, aparatos electrónicos, muebles y también los servicios de reparaciones.

También por encima del nivel general se ubicaron las divisiones de educación y bienes y servicios varios que subieron 6,6 por ciento ambas, transporte y recreación y cultura aumentaron 6,5 por ciento cada una y restaurantes y hoteles subió 6,3 por ciento. En junio las cuotas de los colegios privados de la Ciudad de Buenos Aires se incrementaron 11,1 por ciento y 7,5 por ciento en Gran Buenos Aires, según fue convalidado por el gobierno (este sector se había sumado a precios justos en febrero pero las pautas de aumento luego fueron renegociadas). En cuanto al transporte, subió 8,6 por ciento el boleto del transporte público en el AMBA de acuerdo a una fórmula de actualización mensual que regirá hasta julio y también se confirmó un aumento en el subte.

FUENTE: Página 12.

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