Se trata de Manuel García Solá, quien en su carta de despedida dejó claro que su salida no respondía a “motivos personales” y subrayó: “nunca podría guardar silencio si se intentara llevar a cabo algún acto de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas”.
Manuel García Solá presentó su renuncia como director del CONICET luego de que el Gobierno solicitara a la Sociedad Rural Argentina —entidad que lo había propuesto para el cargo en 2022— que promoviera su salida. En su carta de despedida, el empresario ganadero aclaró que su decisión no obedece a “motivos personales” y afirmó: “nunca podría callar mi voz ante cualquier intento de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas”.
El exfuncionario, quien también fue ministro de Educación durante el gobierno de Carlos Menem, detalló que se había opuesto a “acciones persecutorias” contra becarios e investigadores por parte de la dirigencia del organismo. Esta postura llevó a la Casa Rosada a comunicarse con el presidente de la Sociedad Rural para solicitar la renuncia de García Solá.