Las crisis en SanCor y Granja Tres Arroyos, que dejó miles de trabajadores en la calle, ponen en evidencia la falta de respuestas del Gobierno ante la creciente ola de despidos. Las empresas alegan dificultades económicas, pero la falta de medidas efectivas para frenar la recesión agrava aún más la situación laboral en el país.
La cooperativa láctea SanCor y la gigante de la industria avícola Granja Tres Arroyos se sumaron a la creciente lista de empresas que arrancaron este 2025 con despidos masivos. En el caso de la firma láctea, hasta el momento envió unos 350 telegramas de despido, mientras que la compañía avícola desvinculó a cerca de 70 trabajadores en las últimas horas.
El directorio de SanCor comenzó un plan de “reestructuración” e implicó la salida de cientos de trabajadores que se encontraban bajo el régimen de “jornada libre”, es decir, aquellos que no trabajaban a tiempo completo o no tenían tareas asignadas. “Por las razones de fuerza mayor ajenas a la voluntad de la compañía, que son de público conocimiento, prescindimos de sus servicios a partir del día de la fecha (Art. 247 LCT). Indemnizaciones, liquidación final y certificados de trabajo – CFR Art. 247 a su disposición en términos de ley – Conste”, expresa el telegrama que recibieron los trabajadores despedidos, con la posibilidad de que más desvinculaciones se den en los próximos días.
Actualmente, SanCor cuenta con cinco plantas productivas, pero solo tres están operativas, funcionando a mínima capacidad. El directorio está en búsqueda urgente de un inversor que le permita salvar la situación, pero el panorama se complica cada vez más para la empresa, que fue en su momento una de las líderes en el negocio lácteo en Argentina.
Por otro lado, en Granja Tres Arroyos, la principal firma avícola del país, que opera ocho plantas de producción y faena aproximadamente 700.000 pollos por día, también atraviesa una crisis y está buscando reducir su plantel laboral. Con ese objetivo, la empresa solicitó a la Secretaría de Trabajo la apertura de un Procedimiento Preventivo de Crisis en diciembre del año pasado. El cierre del mercado chino para la exportación de sus productos complicó gravemente su operativa.
A comienzos de este año, la empresa cerró una de sus plantas en Tristán Suárez y reubicó solo a una parte de sus trabajadores. Esta semana, los telegramas de despido llegaron a los empleados de su planta en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, con más de 70 desvinculaciones. Se especula que esta cifra podría seguir aumentando. Ante la situación, el gremio de la alimentación solicitó la reincorporación inmediata de todos los despedidos.
