Fue en respuesta al ataque israelí en el consulado de Irán en Damasco, de principios de mes. Tras el lanzamiento de drones y misiles por parte de Irán contra objetivos en Israel, la comunidad internacional insta a la moderación mientras Estados Unidos y otros actores buscan contener las tensiones. El papel de Biden y las repercusiones de un conflicto que amenaza con desestabilizar la región.
Una vez que se conoció que Irán había lanzado una serie de drones y misiles hacia objetivos específicos en Israel como represalia por el bombardeo de su consulado en Damasco el 1 de abril, varios gobiernos del mundo, incluidos Egipto, Turquía y la Unión Europea, instaron a la moderación para evitar una escalada terrorífica del conflicto. En un momento crucial de reconfiguración geopolítica global, donde las grandes potencias compiten por la hegemonía, la contención es crucial. En este contexto, tanto Estados Unidos como otros actores internacionales abogaron por la calma.
Estados Unidos, por un lado, elogió el éxito de su sistema de defensa al interceptar el 99% de los dispositivos iraníes, pero también subrayó que el presidente Biden no busca aumentar las tensiones en la región. Según informes, Biden conversó con el primer ministro israelí Netanyahu para disuadirlo de una respuesta militar que pudiera llevar a consecuencias irreversibles. Parece que las palabras de Biden fueron decisivas para moderar las tensiones, incluso en un gobierno ultraderechista como el de Israel.
El éxito en la interceptación de los drones y misiles se atribuyó en parte a la colaboración de la Marina de Estados Unidos, así como a aviones jordanos y franceses. Biden enfatizó la importancia de que Israel se llevara el crédito por esta victoria, aunque advirtió sobre la necesidad de no seguir una escalada peligrosa. Con elecciones próximas en Estados Unidos y un creciente rechazo interno a la intervención militar, la postura de Biden es crucial.
Por otro lado, Irán también busca mostrar su determinación ante las provocaciones de Estados Unidos e Israel, especialmente después de la muerte de varios de sus comandantes importantes. Sin embargo, el presidente iraní Raisi advirtió a Israel sobre posibles consecuencias si persistían en acciones imprudentes. Irán considera el asunto cerrado desde su punto de vista, pero el enfrentamiento continúa.
En este tenso contexto, el Papa Francisco hizo un llamado a detener cualquier acción que pueda aumentar la violencia en la región y reiteró la importancia de buscar una solución de dos Estados para Israel y Palestina. Representantes de Irán y Israel se reunirán en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Irán argumentará su acción como legítima defensa según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Se espera que el organismo tome medidas para evitar una mayor escalada.
Mientras tanto, en Estados Unidos, Biden se enfrenta a la presión de mantener la estabilidad en la región, especialmente con desafíos internos y la amenaza política de Trump.