«Tenemos planes muy secretos», aseguró el presidente estadounidense. Volvió a justificar los bombardeos en el Caribe y dejó abierta la posibilidad de nuevas acciones militares.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “los días de Nicolás Maduro están contados”, aunque negó que su gobierno planee una guerra abierta contra Venezuela. En una entrevista con la cadena CBS, el mandatario sostuvo que “lo duda” cuando se le preguntó si los recientes ataques contra embarcaciones en el Caribe podrían escalar hacia una intervención directa sobre territorio venezolano. “No hablo con los periodistas sobre cuándo voy a realizar un ataque”, respondió con tono desafiante.
Trump defendió las operaciones navales iniciadas en septiembre, que ya provocaron al menos 64 muertes, y las presentó como parte de su ofensiva contra el “narcoterrorismo”. Dijo que Venezuela “ha traído a 11.888 asesinos” a Estados Unidos y “vació sus cárceles en nuestro país”. Según su propio cálculo, “cada barco derribado evita la muerte de 25 mil estadounidenses”, aunque admitió que “es algo terrible”. Las declaraciones reavivaron las críticas internacionales, luego de que el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificara los ataques como “ejecuciones extrajudiciales” y exigiera su cese inmediato.
Consultado nuevamente sobre una posible ofensiva terrestre, el mandatario insistió en el misterio. “¿Cómo puedo responder una pregunta así? ¿Diría si hay planes de un ataque en Venezuela? Tenemos planes, planes muy secretos”, declaró al bajar del Air Force One. Desde Caracas, Maduro acusó a Washington de usar el narcotráfico como pretexto para imponer un cambio de régimen y quedarse con los recursos petroleros del país. Hasta el momento, la Casa Blanca no presentó pruebas sobre las supuestas vinculaciones narco de las embarcaciones atacadas ni sobre las personas ejecutadas en el marco de la campaña militar.


