El presidente de Estados Unidos volvió a la Asamblea General de la ONU con un discurso incendiario en el que se auto-alabó su gestión, cuestionó a la ONU, advirtió a Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Lula da Silva, y criticó la inmigración ilegal y la agenda de energías verdes.
Donald Trump regresó este martes al estrado de la ONU con un discurso que sobrepasó ampliamente los 15 minutos del protocolo, en el que destacó los logros de su administración y cuestionó a aliados y adversarios. Según el mandatario, en sus ocho meses en el poder, Estados Unidos alcanzó su “era dorada”, con la economía y la fuerza armada más fuertes del mundo.
En el plano internacional, Trump lanzó advertencias a Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Luiz Inácio Lula da Silva. Sobre Brasil, dijo que “solo podrán hacerlo bien cuando trabajen con nosotros” y anunció que se reunirá con Lula la semana próxima. Sobre Venezuela, aseguró que seguirá usando “el poder supremo militar” contra barcos con drogas en el Caribe y señaló a Maduro como líder de redes de narcotráfico.
Trump también cuestionó la labor de la ONU, calificándola de insuficiente y responsabilizándola por la inmigración ilegal: “Sus países están yendo al infierno”, afirmó al referirse a Europa, mientras destacó que su gobierno redujo a “cero” la entrada de migrantes ilegales desde México.
En relación a conflictos internacionales, aseguró haber terminado siete guerras interminables, criticó la gestión de Biden en Ucrania y afirmó que “Rusia no ganó en tres días” gracias a su influencia. Sobre Irán, afirmó que destruyeron todas las instalaciones nucleares del país y que Estados Unidos mantiene el control militar más avanzado del mundo.
Trump se mostró autocomplaciente con su gestión: aseguró que los mercados “vuelan, mejor que nunca”, que impulsó “la baja de impuestos y regulaciones más grande de la historia” y mencionó un supuesto “aumento récord de salarios que no se registraba desde hace 60 años”.
El mandatario también criticó la agenda de energías verdes, calificándola de “broma” y defendió las fuentes de energía tradicionales, mientras anticipó reuniones con líderes de Medio Oriente, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y con Javier Milei.
