El malestar que la serie del momento provocó en ciertos liberales por su vínculo con la resistencia peronista, los ecos de ese discurso en los reclamos salariales que se multiplican, la caída inesperada del proyecto de proscripción conocido como Ficha Limpia, la posible derrota de Adorni en las elecciones de este mes en CABA, la crisis en la derecha fragmentada y las denuncias cruzadas entre funcionarios libertarios por haber solicitado fondos públicos para solventar campañas políticas; por Martín Gambarotta.
Hubo algo que sucedió durante la semana que no necesariamente fue lo más importante. A los comentaristas conservadores, liberales, anarcocapitalistas se los notaba fastidiados. Muchos lo hacían notar con su habitual agresividad pasiva, una marca de clase. Un economista liberal de familia patricia que colabora con el gobierno del Presidente libertario Javier Milei escribió en la red social X: «La serie retro de Netflix que falta: Isidoro. Bien contracultural. Alcohol, cigarrillo, culos y diversión, “un retrato de los 70s”».
Es todo lo que la derecha tiene para ofrecer en esa década, más el robo sistemático de bebés, claro.
Ese economista liberal emite su mensaje de incomodidad cuando Netflix lanza la serie El Eternauta, basada en la historieta escrita en los 50s por Héctor Oesterheld. Para un comentarista radial conservador veterano ya, «como Adolescencia, El eternauta rompió el boludométro. Pero el Eternauta es peor». La calentura por lo que en esencia no es es más que otra serie pasajera es palpable. Un periodista muy amigo del oficialismo le rogó a Ricardo Darín, el actor principal de la tira, que haga algo para limitar lo que llamó la utilización política de El Eternauta.
Ninguno de estos comentarios son ingenuos. El escozor se debe a que prácticamente toda la población de la república, en el medio del mandato derechista de Milei, se dedica a ver por las noches una serie inspirada en una obra cumbre del peronismo de izquierda.
La serie viene con un bagaje de frases colectivistas. Va una: nadie se salva solo. Es una frase que se dijo durante la huelga por mejoras salariales de los colectiveros en la semana. La frase también la abrazó la Confederación General del Trabajo (CGT) en sus comunicados.
Un cura de base católico que participó en la marcha de los jubilados el miércoles en el Congreso dijo que los adultos mayores que protestan necesitan llevar máscaras como en El Eternauta.
Ninguno de estos comentarios son ingenuos. El escozor se debe a que prácticamente toda la población de la república, en el medio del mandato derechista de Milei, se dedica a ver por las noches una serie inspirada en una obra cumbre del peronismo de izquierda.
La serie de Netflix, más allá de su calidad, confirma la eternización de El Eternauta y de Oesterheld, la compleja cultura del peronismo de izquierda. De ahí que refunfuñen incómodos los conservadores que solo tienen para ofrecer como alternativa chistes sobre Isidoro Cañones. Es la añoranza de un “retrato de los 70s” que pueda ignorar a la represión.
Hay más. Oesterheld fue un cuadro de Montoneros, una organización armada peronista que luchó contra varias dictaduras y soportó los embates paramilitares de la ultraderecha como pudo durante el gobierno democrático de Isabel Perón. La historia de vida de Oesterheld y de sus cuatro hijas, también desaparecidas por militantes, pone el foco sobre los montoneros caídos durante la última dictadura militar.
No todos se hacen los distraídos con la figura de los montoneros caídos. El trapero Broke Carey tiene una canción que se llama Montonero y dice así: «Quiero morir por los míos como un montonero/Tengo veneno en las encías como un montonero/ Si eso es libertad prefiero ser prisionero/ Voy a llevarme un par conmigo como un montonero». La canción, de algún modo, alimenta el mito del montonero caído, de Oesterheld y sus hijas, en este tiempo.
El periodista amigo de Milei dice que El Eternauta es “una buena serie”, pero en el fondo está muy caliente con el asunto como así también lo está el economista liberal y el veterano comentarista de programas de radio.
Así, momentáneamente, una serie de ciencia ficción argentina financiada por Netflix, alteró el paisaje político. La oposición, los obreros de paro, los curas villeros encontraron en El Eternauta, artefacto cultural de la resistencia peronista, un contradiscurso para oponerle a la narrativa oficial de la motosierra. Claro que ahora la historieta y la serie le pertenecen a todo el país.
Milei declaró que no le presta atención a El Eternauta. “No miro series”, dijo. El presidente no parecía muy enterado de los tironeos políticos.
Después sucedieron otras cosas en la semana. El Senado logró debatir el proyecto de Ficha Limpia auspiciado por los partidos de derecha el miércoles. Ficha Limpia propone prohibir las candidaturas de personas con doble condena penal. El peronismo alega que el proyecto está diseñado para proscribir a la expresidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner, la jefa del Partido Justicialista. Fernández de Kirchner tiene un recurso de queja en contra de su condena por la llamada causa Vialidad pendiente en la Corte Suprema.
El Juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti hizo declaraciones públicas que parecen indicar que está interesado en una resolución rápida de la queja. Las declaraciones le valieron a Lorenzetti la recusación de Fernández de Kirchner.
Estaba todo calibrado para que el Senado apruebe Ficha Limpia. Se suponía que había un acuerdo sólido entre La Libertad Avanza (el partido de Milei) y el PRO (el partido del expresidente liberal Mauricio Macri). La derecha y sus aliados necesitaban 37 votos para aprobar la ley. Cuando llegó la hora de votar solo se lograron 36 votos a favor: rechazado.
Para una senadora peronista Ficha Limpia equivale a «la entrega del poder político a manos del poder judicial». Tal vez eso fue demasiado para Milei que enfrenta investigaciones judiciales por la supuesta estafa que urdió con la criptomoneda chatarra $Libra.
Milei y sus tenientes inmediatamente acusaron al kirchnerismo de manipular la sesión. Lanzaron el lema “kirchnerismo o libertad” en las redes.
Dos senadores por la provincia de Misiones, que se suponía apoyaban el proyecto, votaron en contra. El PRO miraba otra película. La Diputada del PRO Silvia Lospennato, que promovió el proyecto, acusó al oficialismo de obligar a los senadores misioneros a votar en contra y habló de transferencia de fondos especiales para lograr su apoyo. El resultado del voto fue inesperado, explosivo. La Libertad Avanza y el PRO chocaron en la Cámara Alta a semanas de la elección legislativa de la Ciudad de Buenos Aires donde se enfrentan.
Macri en persona responsabilizó al gobierno libertario por la situación. Lospennato es la candidata del PRO en la elección porteña. Los otros candidatos principales son Manuel Adorni, el vocero presidencial, de la Libertad Avanza y Leandro Santoro por el kirchnerismo. Hay encuestas que muestran que Santoro, con la derecha fragmentada, está adelante. Igual, Adorni todavía puede ganar sorpresivamente si logra un vuelco masivo del voto conservador en la ciudad a su favor para evitar una victoria kirchnerista en un distrito en el que históricamente nunca gana.
Ahora la pregunta es si la debacle en el Senado, que provocó el llanto en vivo y en directo del periodismo hegemónico, no divide todavía más el voto de derecha en la ciudad. Los electores tienen que elegir entre la versión de Milei y la versión de Macri y Lospennato de los hechos. Milei dice que “los amarillos” se adelantaron a pedir una sesión “cuando no estaban los votos”, en una movida diseñada para potenciar la candidatura de Lospennato. Según el presidente, el oficialismo pedía un compromiso firmado por 37 senadores para ir a una sesión. Hay versiones, sin embargo, que dicen que Milei en persona intervino para abortar la sesión. Según el PRO, el presidente quiere permitir que Fernández de Kirchner sea candidata en la provincia de Buenos Aires para polarizar la elección.
Para una senadora peronista Ficha Limpia equivale a «la entrega del poder político a manos del poder judicial». Tal vez eso fue demasiado para Milei que enfrenta investigaciones judiciales por la supuesta estafa que urdió con la criptomoneda chatarra $Libra.
El Senado votó en la misma semana que la Cámara de Casación confirmó la pena de tres años de prisión en suspenso y seis años de inhabilitación como funcionario público contra el exsecretario de comercio kirchnerista Guillermo Moreno por manipulación de los datos del INDEC.
Milei, mientras tanto, reaccionó a un aviso de campaña que muestra a Santoro desarmando una motosierra, el símbolo del ajuste libertario. La Libertad Avanza contraatacó con otro aviso instando a los votantes a no volver para atrás en la historia. Claro, para Milei este fue el “mejor aviso de la historia”.
Se supone que La Libertad Avanza y PRO todavía intentan sellar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires. Últimamente Milei, Adorni y otras espadas libertarias no parecen demostrar ningún interés en limitar sus ataques a Macri y el PRO. La crisis en la derecha ahora depende del resultado de la elección distrital porteña. La situación para negociar un acuerdo en la provincia se complicó, según Macri.
El armado de La Libertad Avanza en la provincia tiene dificultades porque hay acusaciones de corrupción en delegaciones del PAMI. Las acusaciones de retornos, hechos por una diputada provincial suplente de LLA, incluyen al armador principal de La Libertad Avanza en la provincia que no apoya la idea de una coalición entre partidos con el PRO.
Macri tiene que lidiar con el desmoronamiento de su partido. La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich (candidata presidencial del PRO con el apoyo de Macri en 2023) se afilió públicamente a La Libertad Avanza. Bullrich todavía controla una porción del PRO, incluyendo a diputados nacionales. Lo que puede evitar el colapso final del PRO es la derrota de Adorni. Así como Adorni busca volcar el voto conservador a su favor, ahora Lospennato intenta que sus quejas republicanas la potencien. Un improbable tercer puesto para Adorni sería una catástrofe para el armado que lidera Karina Milei, la hermana del presidente y secretaria general de la presidencia.
El presidente ahora tiene que lidiar con una versión del diario conservador La Nación que el viernes dijo que él mismo negoció el cambio de voto de los senadores misioneros con Carlos Rovira, el hombre fuerte de la provincia. La versión sobre el contacto de Milei con Rovira para cambiar el voto de los dos senadores también fue propagada por medios del Grupo Clarín.
Milei, que el jueves a la noche pasó casi seis horas en un programa de streaming libertario, no criticó directamente en público a esos dos senadores que votaron en contra de Ficha Limpia. Fuentes del gobierno dijeron que las versiones sobre el llamado de Milei a Rovira son falsas. Lo que el presidente sí anunció fue el juicio por calumnias e injurias contra tres periodistas. Milei dice que dos de esos periodistas banalizaron el holocausto al compararlo con Adolf Hitler.
Caputo, que está dando muestras de un voluntarismo primitivo, de todos modos ahora parece haber puesto el ojo en los dólares del colchón para poder seguir financiando la película en la que vive.
El presidente el viernes a la tarde, en un acto de su partido en el barrio porteño de Belgrano, pareció despreciar el concepto de Ficha Limpia. «No se dejen psicopatear con la mentira de Ficha Limpia, porque hace 17 años que están acá, y nunca lo impulsaron», dijo Milei en referencia al gobierno porteño del PRO desde el 2007.
Igual, el desafío que tiene el oficialismo sigue siendo económico. La marcha hacia las elecciones en octubre es larga. El paro de los colectiveros deja las cuentas claras. Los choferes dicen que ganan unos 1,3 millones de pesos por mes. Dicen que necesitan 2,5 millones de pesos para vivir.
La UTA, el gremio de los colectiveros, no participó del paro general reciente de la CGT. La huelga del transporte en la semana es una de las primeras protestas salariales reales que enfrenta la administración Milei este año. El gobierno insiste con pisar las paritarias cuando la inflación midió 3,7% en marzo. Las quejas gremiales ahora incluyen a sindicatos moderados como el de los empleados de comercio. El gobierno se niega a homologar el acuerdo paritario de comercio. Para el Sindicato de Comercio, liderado por el veterano Armando Cavalieri que suele evitar conflictos, lo que está sucediendo es “una intromisión en las paritarias libres”.
En un comunicado emitido el viernes el gobierno confirmó que la Secretaría de Trabajo «está evaluando los términos del acuerdo suscripto entre las partes». La Secretaría de Trabajo dijo que convocará a las partes «con el objetivo de renegociar el contenido, con vistas a alcanzar un nuevo acuerdo». En definitiva, el gobierno libertario busca bajar el acuerdo paritario que establecía un aumento de 5,4% en tres meses.
Milei promete la aniquilación de la inflación para la mitad del año que viene. ¿Alcanza esa promesa? El Ministro de Economía Luis Caputo ahora anticipa medidas para que los argentinos blanqueen sus ahorros en dólares, estimados en unos 200 mil millones de dólares. ¿Es un manotazo desesperado? La medida, según Milei, busca “monetarizar” la economía. No queda claro si Milei y Caputo comprenden el concepto de ahorro: no es dinero para gastar, es dinero para atesorar para una emergencia. Caputo, que está dando muestras de un voluntarismo primitivo, de todos modos ahora parece haber puesto el ojo en los dólares del colchón para poder seguir financiando la película en la que vive. El gobierno tiene muchos frentes abiertos más allá de sus diatribas antikirchneristas. La decisión de Caputo de pelearse con Cavalieri es una jugada excéntrica que casi ningún funcionario de administraciones anteriores practicó.
Caputo se reunió con los supermercadistas para pedirles que sigan rechazando las listas de precios con aumentos de los grandes proveedores. El ministro de paso habilitó que los empresarios no acepten los acuerdos salariales con aumentos. La sugerencia de Caputo resultó demasiado hasta para los empresarios que igualmente accedieron a pagar una suma fija a sus empleados.
Hubo también movimientos en la región. El Secretario de Estado de los Estados Unidos Marco Rubio anunció la extracción, en una “operación precisa”, de cinco disidentes venezolanos de la Embajada Argentina en Caracas, que estaba operando bajo bandera brasilera. El comunicado oficial argentino dando cuenta de la operación obvió un dato: Brasil está administrando la embajada.