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UNA BATALLA POR LA VIDA: EL MILAGRO DE UNA BEBA EN EL HOSPITAL POSADAS

Una mujer embarazada de Coronel Suárez enfrentaba un grave riesgo debido a una “incompatibilidad de RH con anemia fetal severa”. Su lucha por la vida de su hija, Zarita, y el excepcional cuidado médico en el Hospital Posadas, culminaron en un final feliz tras meses de incertidumbre y esperanza.

En noviembre del año pasado, una mujer de Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, llegó al Hospital Posadas con un embarazo de alto riesgo debido a una “incompatibilidad de RH con anemia fetal severa”. Esta condición, ocasionada por la discrepancia en el factor RH entre la madre (negativo) y el feto (positivo), puso en grave peligro su salud.

Esta discrepancia provoca que el cuerpo reaccione a la sangre del feto como si fuera extraña, generando anticuerpos que representan un riesgo significativo para la salud de la madre. Esta situación llevó a Rocío a buscar atención médica en el hospital, ubicado en la confluencia de El Palomar, Villa Sarmiento (Morón) y Caseros (Tres de Febrero).

La futura madre se sometió a la primera de las cuatro transfusiones para el feto dentro del útero, guiadas por ecografía, lo que cambió radicalmente sus perspectivas y las de su familia para asegurar que el bebé pudiera nacer sin complicaciones.

“Con muchos temores y aún más incertidumbre, llegamos al renombrado establecimiento, donde los médicos nos brindaron su apoyo con un profundo amor. Después de la primera transfusión, nuestra hija tenía un nombre y, lo más importante, había esperanza de vida”, expresó la joven proveniente del interior provincial.

Finalmente, Rocío dio a luz a Zarita el 21 de enero de 2024 y permaneció en el hospital luchando hasta el 7 de marzo, cuando finalmente recibió el alta y pudo regresar a su hogar junto a su pareja y sus seres queridos, en una conclusión más que feliz.

La joven madre elogió la atención recibida por los equipos de Medicina Fetal, Neonatología, Medicina Transfusional y Hemato-Oncología Infantil, entre otros, destacando la profesionalidad y el apoyo brindado por cada persona que encontraron durante su estadía en el hospital. “Eternamente agradecidos, porque hoy disfrutamos de nuestra Zari, una bebé sana y hermosa, más allá de lo que podríamos haber imaginado o pedido”, concluyó.

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