Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales, denuncia una «recesión deliberada» provocada por las medidas económicas del gobierno de Javier Milei. Critica el incumplimiento de la promesa de reducción de impuestos y alerta sobre el impacto negativo de los aumentos de precios en el consumo y la demanda.
Más de 10.000 pequeñas y medianas empresas (pymes) cerraron durante los primeros ocho meses del mandato del gobierno de La Libertad Avanza, una situación que ha sido caracterizada como una «recesión deliberada» debido a las medidas implementadas por el presidente Javier Milei, según advirtió Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales (ENAC).
Bilanski alertó que «estamos viviendo una recesión deliberada provocada por la administración actual y el ministro Luis Caputo, en el marco de su política económica». Aunque se comparte el objetivo de reducir la inflación, el empresario señala que las pymes están sufriendo de manera severa debido a estas políticas. «El ajuste parece que no lo está pagando la élite política, sino que lo estamos soportando los empresarios de pymes, que invertimos y pagamos impuestos, así como los trabajadores que pierden sus empleos y se quedan sin salario», agregó en una entrevista con FM Búnker de Merlo.
El dirigente empresarial también criticó al gobierno por no cumplir con la promesa de reducir los impuestos a las empresas. «Desde que Milei asumió el cargo, no se ha reducido ni un solo impuesto», apuntó.
Bilanski explicó que la administración actual está incrementando la recaudación de manera indirecta mediante la desregulación de los mercados, beneficiando a empresas estatales y monopólicas que fijan precios que influyen en diversos tributos. «Las empresas de energía, gas, combustibles y el sistema de salud han incrementado sus precios, lo que afecta directamente a las tasas impositivas. El Estado está permitiendo aumentos de precios de manera deliberada, que luego se traducen en incrementos confiscatorios y recaudatorios», detalló.
El dirigente añadió que estos aumentos «destruyen el consumo y la demanda», ya que «los trabajadores tienen menos capacidad para adquirir bienes duraderos e intermedios debido al aumento en los precios regulados».